Desde el pasado jueves dos de noviembre, algunos pasajeros que llegaron al Aeropuerto Internacional Augusto C. Sandino, en Managua, procedentes de Panamá y América del Sur fueron regresados inmediatamente a su país de origen por las autoridades nicaragüenses, debido a que no portaban un certificado de vacuna contra la fiebre amarilla.
Aunque este requerimiento es parte de una normativa que emitió el Ministerio de Salud (Minsa) el 16 de enero de 2017, fue hasta el dos de noviembre que en la terminal aérea se inició a solicitar el certificado de vacunas a los viajeros procedentes de Panamá, según confirmaron algunas personas que viajaron recientemente al país canalero.
Una de las afectadas fue la puertorriqueña, Marisol Navas, quien abordó un avión en Puerto Rico e hizo escala en Panamá, donde abordaron unos amigos, pero al llegar a Managua las autoridades no le permitieron a sus acompañantes que ingresaran al país.
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“Nuestra impresión es que no ha habido una comunicación entre los Gobiernos, ahora mismo nosotros acabamos de ver a un padre en llanto porque sus nietos, hijo y esposa, no pudieron entrar (a Nicaragua), te estoy hablando de unos pequeñines que uno de ellos no puede tener más de dos años… Nos preguntamos por qué Panamá no advierte a sus pasajeros (de la medida que tomó Nicaragua)”, manifestó Navas.
Otra afectada fue Claudia Chamorro quien expresó: “Es una voleadera Copa (Airline) dice que no tiene responsabilidad pero los montó (subió) al avión, los de migración dice que no es cosa de ellos que es el Minsa, hablamos con el Minsa y el del Minsa nos habló con una gran altanería… y hasta me dejó hablando sola”.
Por su parte la encargada de relaciones públicas de la Empresa Administradora de Aeropuertos Internacionales, Consuelo Sandoval, dijo a LA PRENSA que desde enero de 2017 la normativa del Minsa está puesta en la página web del aeropuerto y que corresponde a las líneas aéreas advertir a sus pasajeros.
La fiebre amarilla
De acuerdo con el especialista en Medicina Interna, Vicente Maltez, la fiebre amarilla es una enfermedad vírica aguda, hemorrágica, transmitida por mosquitos infectados.
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“Lo primero es la fiebre, dolores en la espalda, náuseas, se aumentan los latidos del corazón, se les bajan los glóbulos blancos”, explicó el galeno.
Asimismo, Maltez señaló que Nicaragua presta las condiciones propicias para que se desarrolle un brote de esta enfermedad debido a la presencia del mosquito transmisor, es por ello necesario tomar todas las medidas.
