El antecedente del Teatro Margot fue el Teatro Alegrett, inaugurado en Managua en una casa del barrio San Sebastián en la navidad de 1910.
Su propietario, Sebastián Alegrett, había llegado de Venezuela unos meses antes con su esposa y dos niños.
Tras el fracaso de ese primer intento, el dueño del “teatro”, que era más que todo una casa ambientada para cine con cortinas negras, alfombras tipo persas y una pantalla de trapo, incursionó en el mundo de los libros y fundó en 1912 la Librería París en Managua.
Y no fue sino hasta 1917 que invierte en un verdadero salón de cine y teatro, al que llamó Teatro Margot, en homenaje a Margot, su hija menor.
Este primer teatro estaba ubicado en una esquina cerca del antiguo Mercado Central de Managua. Se trataba de una edificación rústica y sencilla, pero se fue modificando poco a poco.
En 1923 se añadieron nuevos palcos y se hizo ampliaciones al espacio para las orquestas.
Por temporadas cerraba su programación, la primera fue en 1919 y volvió a funcionar en mayo de 1920.
Poco después cerró por dos años por motivo de remodelación y se reinauguró el 8 de octubre de 1924 con una presentación de la compañía Alegría Enhart.
Funda la Revista Margot
En 1925, inspirado en impulso de renovación, Sebastián Alegrett dirigió lo que se puede calificar como la revista sobre cine más antigua que se ha encontrado, la Revista Margot, dirigida y editada por él mismo y salida a luz en marzo de ese año.
Así, para esta época, la Empresa Margot manejaba la gerencia del teatro, la revista de cine y teatro, una agencia de importación de películas y una compañía de espectáculos.
Crea el Circuito Margot
En 1928 su propietario amplió sus expectativas económicas y así fue como comenzaron a surgir nuevos teatros con el nombre Margot.
Los primeros fueron los de Granada, Matagalpa y León, inaugurados en ese orden.
Una vez establecido el negocio como una cadena, en 1930 creó la empresa Circuito Margot y ese año estaba conformado por veinte teatros, pero no todos tenían el nombre de su hija y a partir de ese momento los dio en arriendo a administradores, que hacían funciones de propietarios.El negocio se convirtió en una franquicia.
Destruido por terremoto de 1931
El Teatro Margot de Managua, que funcionó como sede principal de la empresa, fue destruido por el terremoto del 31 de marzo de 1931 y pocos años después se construyó uno nuevo con toda la arquitectura para presentar cine sonoro y obras teatrales.
A inicios de los años treinta la compañía pasó a manos de los hijos de Alegrett y él se dedicó a otros negocios.
En 1941 se hicieron mejoras al teatro y una renovación de contratos con las compañías de Hollywood.
En 1943, los nuevos propietarios, la familia Cabrera hicieron obras en el edificio, remodelaron la fachada y el salón principal, la construcción se hizo bajo la dirección del arquitecto Pedro M. G. Castellanos.
Voraz incendio lo reduce a cenizas
La etapa de este edificio restaurado culminó la noche del 30 de septiembre de 1947, con un incendio que lo redujo a cenizas y dejó una pérdida económica de medio millón de córdobas y seis muertos.
Tiempo después fue inaugurado el nuevo edificio el 16 de diciembre de 1954 y ese es el que permanece en pie hasta la actualidad. Este fue construido por Armando Guido entre 1952 y 1954.
Ese edificio sobrevivió al terremoto del 23 de diciembre de 1972.
Al año siguiente la empresa, casi en quiebra, fue rescatada por su asociación con la Corporación de Diversiones Aguerri & RAP S.A., de los empresarios José Adán Aguerri Hurtado (conocido como Chanito Aguerri) y Ricardo Argüello Pravia.
Sandinistas lo confiscan
En 1979 este inmueble fue confiscado por el gobierno de la revolución popular sandinista; y perteneció a la Empresa Nicaragüense de Distribución y Exhibición Cinematográficas (Enidiec), regida por el Instituto Nicaragüense de Cine (Incine), hasta que a principios de los años noventa fue devuelta a sus propietarios.
Sus últimos años
Aunque físicamente existe ese Teatro Margot, que era un ícono de la cultura, no sobrevivió la decadencia que a nivel mundial vivió el cine en los años noventa, una crisis que en una parte del mundo nunca se pudo superar y cientos de teatros en decenas de países quedaron en desuso.
Desde 1997, durante los últimos veinte años, el Margot ha sido arrendado para negocios como estacionamiento o chatarrera.
Del centenario cumplido este 2017, por ochenta años el Margot fue uno de los templos emblemáticos del cine, del teatro, la diversión y la cultura en Nicaragua.
