Pese a los diferentes métodos de que aplicó el partido sandinista para que sus simpatizantes saliesen a votar, el nivel de abstención estaría rondando el setenta por ciento en las elecciones municipales de este 5 de noviembre, lo que profundizó el retroceso del sistema electoral en Nicaragua, según un organismo de observación nacional y un grupo opositor.
“Leyendo la interpretación del pueblo de Nicaragua es que esos altos niveles de abstención son una muestra de manifestación del rechazo a un procedimiento viciado; podemos concluir que estamos llegando al final de un camino lleno de vicios e irregularidades muy palpables”, expresó Francisco Reyes, miembro de Panorama Electoral.
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El consorcio Panorama Electoral está conformado por organismos de la sociedad civil y observó las votaciones sin la autorización oficial del CSE.
CSE ve participación normal
Por su parte el presidente del Consejo Supremo Electoral (CSE), el magistrado Roberto Rivas, anunció el domingo al filo de la medianoche que “la proyección de participación estaba entre el 51 por ciento y 52 por ciento”.
Sin embargo, esa cifra del CSE no concuerda con lo observado en los Centros de Votación a lo largo del día, donde la asistencia fue descrita por funcionarios y fiscales como “rala”.
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Estaban convocados 3.6 millones de nicaragüenses para elegir a alcaldes, vicealcaldes y concejales que gobernarán los 153 municipios en el período 2018-2022.
Panorama Electoral estimó en su segundo informe preliminar que la abstención se podía calcular cercana al setenta por ciento, cifra similar a la estimada en las nacionales de 2016.
Por su parte el grupo opositor Frente Amplio por la Democracia (FAD) estimó, con base en la “auditoría social” que realizó, que el abstencionismo fue cercano al ochenta por ciento.
La participación de los ciudadanos en los cuatro comicios municipales anteriores promedió el 55 por ciento.
“Intimidación y amenazas”
El consorcio Panorama Electoral incorporó en su informe 161 incidentes que constataron sus 450 observadores desplegados en el país, entre los que predominaron los casos de “intimidación, amenazas y acoso o violencia física” cometidos por los miembros del FSLN en contra de los representantes de partidos contrarios y de los ciudadanos, incluso sus simpatizantes.
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Entre los incidentes “más críticos” está la detención del poblador José Castillo por la Policía en el municipio de San Juan de Limay, en el departamento de Estelí, al protestar porque dejaran votar a quienes se les negó su derecho por no ser simpatizantes del orteguismo.
El FAD también informó sobre denuncias de personas que recibieron “amenazas y advertencias” de los Consejos del Poder Ciudadano (CPC) “que si no salían a votar por el Frente no serían beneficiados por los programas del Gobierno”.
Acarreo a unos y “ratón loco” a otros
El listado de anomalías reportadas por Panorama Electoral y el FAD incluye el traslado de simpatizantes sandinistas desde sus casas hasta los Centros de Votación, así como el uso del método conocido como “ratón loco” para alterar el padrón electoral en aquellos municipios donde era más fuerte el respaldo de personas a Ciudadanos por la Libertad (CxL) y al PLC. En esos municipios movieron a los votantes a más de diez kilómetros de distancia de su respectiva circunscripción.
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Edipcia Dubón, miembro del FAD, afirmó que “se constataron las portátiles” de Policías, soldados y civiles en vehículos del Estado que se movieron hacia varios municipios “para alterar las cifras de la votación”.
“Recibimos información de empleados públicos, maestras y trabajadores de la Salud que los obligaban a ir a votar, fotografiarse con la boleta marcada y luego reportar que habían votado” a los dirigentes del FSLN, afirmó Dubón.
Hubo pocos fiscales
Panorama Electoral registró que en promedio hubo tres fiscales en cada Junta Receptora de Votos (JRV), cuando debieron ser ocho conforme el número de partidos y alianzas que participaron en el proceso. La poca presencia de fiscales de los partidos limitaría poder verificar si los resultados de las actas de escrutinio de los votos coinciden con las cifras del CSE.
Confirman que la tinta se borra con facilidad
Panorama Electoral informó que en el 31 por ciento de las Juntas Receptoras de Votos (JRV) no cubrieron “el dedo hasta la base de la uña con tinta indeleble como lo establece la Ley”. “Además en el 12 por ciento de las JRV, los observadores reportaron que pudieron remover la tinta indeleble en sus dedos”, y con esto se facilitaba el voto múltiple de los sandinistas.
El FAD igual denunció que en las JRV se usó dos tipos de tinta, una que se borraba con cloro “y fue usada con empleados públicos, soldados, policías, personal del Sistema Penitenciario y personas reconocidas como orteguistas para facilitar el voto múltiple”.
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Con base en todas las irregularidades cometidas en estas elecciones municipales ambas organizaciones reiteran que se necesitan cambios profundos en el sistema electoral para devolver la confiabilidad de la población en que las votaciones reflejarán realmente su decisión.
Para Penco “es percepción”
Wilfredo Penco, jefe de la misión de observación de la Organización de Estados Americanos (OEA), dijo el domingo por la tarde que habían recibido hasta entonces una docena de denuncias que evaluarían e incorporarán en sus informes.
Respecto a la pobre participación ciudadana, Penco dijo que ese “es un tema de percepción y por lo tanto la percepción no forma parte del rigor científico que deben tener las misiones de observación”. Es decir —añadió el delegado—, que la OEA no hace observaciones “a ojo de buen cubero”.
La misión de al OEA anunció que dará su informe preliminar el martes 7 de noviembre.
FAD: fue repudio
Para el opositor FAD “la gigantesca abstención” fue reflejo de que “la población repudia el sistema electoral orteguista”, y “reclama la urgente necesidad de reconstruir nuestra institucionalidad para poder construir una sociedad más justa y democrática”. Parte del “mecanismo del fraude” implementado por el FSLN, según el FAD, fue la entrega de credenciales amarillas a miembros de ese partido para “enmascararlos como auxiliares de JRV que hizo posible el voto múltiple”.
Además, hubo municipios como Bocay y Ciudad Antigua donde se denunció que un promedio de 150 personas por Centros de Votación fueron impedidas de votar.