Cuando viajas por Estados Unidos siempre piensas que es la Florida con su bulliciosa Miami, el lugar donde hay mayores raíces latinas.
No es exactamente así, debemos detenernos en Luisiana e indagar un poco en su historia para comprender como el jazz nació acá y los cantos góspel arrullaron a Elvis Presley se inmortalizaron con Louis Armstrong.
El nombre del estado llegó desde Francia por Louis XIV, el rey de Francia (1643-1715. René-Robert Cavelier fue quien reclamó para Francia el territorio bañado por río Mississippi, Louis + ana, según su etimología latina encierra la idea de “relacionado con Louis”.
Le puede interesar: Estamos pasando “una época de gran misoginia”, siente la escritora mexicana Margo Glantz
El territorio reclamado era inmenso, abarcaba Mobile Bay hasta justo al norte de la actual frontera Canadá-Estados Unidos. En nuestros días este estado es mucho más pequeño, su capital es Baton Rouge y su ciudad más grande es Nueva Orleans.
Acá predomina la fusión de culturas, mezcla que ha gestado bellezas arquitectónicas, musicales y tradiciones culinarias muy especiales.
Hay una herencia multicultural y multilingüe, con la presencia francesa, española, nativa americanas y africanas del siglo XVIII.
Nunca ha habido un idioma oficial en Luisiana, y la Constitución del estado enumera “el derecho de las personas a preservar, fomentar y promover sus respectivos orígenes históricos, lingüísticos y culturales”, ya sea inglés, francés, español u otro.
Lea también: Si no hay vanguardia, experimentación y apoyo del Estado la cultura no crece
Fue Pánfilo de Narváez el primero en llegar a Luisiana, corría el año de 1528, pero los españoles no estaban muy interesados en el lugar, al menos durante siglo y medio.
A fines del siglo XVII, expediciones canadienses francesas y francesas, se establecieron en el río Mississippi y la costa del Golfo, entonces Francia reclamó una vasta región de América del Norte y se propuso establecer un imperio comercial, que radicaba en Nueva Orleans, donde competían con España por su control.
Francia cedió la mayor parte de su territorio al este del Mississippi a Gran Bretaña en 1763, pero el resto de Luisiana, era colonia de España por el Tratado de Fontainebleau, la ocupación española duró desde 1769 hasta 1800, cuando Napoleón Bonaparte volvió a adquirirla con el Tratado de San Ildefonso, mantenido en secreto durante dos años.
Nueva Orleans era una de las ciudades más ricas, y la tercera más grande en la nación, en 1803, el canciller francés Talleyrand sorprendió preguntando cuánto Estados Unidos iba a pagar por la totalidad de Luisiana.
Lea además: El hombre que “descubrió” 780 lenguas
El 30 de abril, cerraron un acuerdo para la compra de todo el territorio de 828,000 millas cuadradas (2,100,000 km 2 ) por sesenta millones de francos (unos $15 millones), comprado por menos de 3 centavos por acre, y así se duplicó el tamaño de Estados Unidos durante una noche, sin una guerra o pérdida de vidas.
Como ven las raíces latinas son fuertes aquí y en Nueva Orleans nació el jazz, y las calles conservan sus nombres españoles o franceses, incluyendo el barrio francés con sus mercados.