La revolución siniestra
Llegamos al centenario de la revolución en el noviembre que fue octubre, la que capitaneó Lenin en todas las Rusias del zar y sus sucesores ideológicos se han encaprichado en implantar mediante diferentes políticas y técnicas en cada rincón del planeta con resultados, cuando lo han conseguido, invariablemente desastrosos.
Cuando te ataca una cefalalgia los posibles remedios son variados. Cada doctor tiene su librito y por tanto las soluciones abundan. Van, entre otras, desde técnicas de relajación a la acupuntura y de los masajes en los músculos aductores del pulgar a la aplicación de pomadita china en las sienes, pasando por la ingestión o inyección de analgésicos o sedantes de distinta fortaleza.
Puede decirse lo mismo de los dolores que aquejan a las sociedades, que los hay relacionados con la pobreza, las limitaciones y las exclusiones. Para cada una de esas calamidades existen multitud de remedios, una panoplia enorme que comprende de los parciales a los ambiciosos, de los visionarios a los torpes, de los compasivos y lenes a los enérgicos.
Ahora, la única cura inadmisible es la que recetan los doctores rojos. Ellos, para que no te duela la cabeza, te la cortan. Emplean esa receta con absoluta liberalidad si consideran que les facilitará la toma del poder y, una vez instalados en él, lo siguen haciendo con mayor entusiasmo todavía hasta que implantan lo que denominan paz social y felicidad.
No significa que a las personas les deje de doler la cabeza, sino que no lo comentan para que no se la corten. Probablemente ahora les duele más, porque los problemas lejos de aliviarse el comunismo los multiplica, pero la gente no es tonta y aprende enseguida en qué consisten la paz y la felicidad socialistas.
La medicina de cortar cabezas para que no duelan resulta un procedimiento bastante radical y doloroso, en especial para aquellos a quienes se las separan del cuerpo. Y es que los remedios comunistas son peor que la enfermedad, peor que todas las enfermedades. Cuando murió Marx, Martí, viendo la herencia que dejaba el moro de Tréveris, sentenció: “No hace bien el que señala el daño y anda en ansias temerosas de ponerle remedio, sino el que enseña remedio blando al daño”.
Remedios duros han sido los comunistas y ni uno ha resultado efectivo para los males sociales. En cambio, todos han sido terribles para las testas humanas. Ya en 1997, ochenta años después del perverso experimento bolchevique, los autores izquierdistas de El libro negro del comunismo habían contado cien millones de víctimas mortales. La humanidad nunca había conocido una tragedia de tal magnitud, Y, aunque no con la misma intensidad que antes de la caída del muro de Berlín, los atropellos comunistas han continuado existiendo en varios países y se han extendido a sociedades como la venezolana.
La rememoración en 2017 del disparate bolchevique un siglo atrás es la fiesta más luctuosa que sea dable imaginar. ©FIRMAS PRESS
José Antonio Zarraluqui. Analista político.
La mentira, conducta mezquina
Dentro de la multiplicidad de las facetas que tiene el comportamiento humano sobresalen las conductas malas y las conductas buenas. Estas las hemos valorado con la simpleza auténtica que nos da el sentido común. Es por ello que nadie puede negar, que el odio es malo y que el amor es bueno.
Sin embargo, hay actuaciones humanas que se ubican en un punto de discusión para valorarlas, así las personas que viven soledad, algunos podrían abordarlas como una persona callada y prudente y otros como una persona antisocial y peligrosa.
Quiero referirme a la mentira como la conducta mezquina y miserable, como el antivalor que tenemos hombres y mujeres, y que germina y se propaga en todos los rumbos que llevan nuestra vida y la sociedad.
La mentira se fragua desde nuestro techo familiar, centros de trabajo, colegios, organizaciones de toda índole, empresas grandes y chicas, entidades públicas y gobiernos de todos los países.
Cuando un padre o madre mienten en el hogar, sus hijos se habitúan a ello, y lo toman como normal siendo desde ese momento el semillero que aflorará en la deshonestidad.
El trabajador que engaña en sus obligaciones laborales cae en la chapucería. Si una empresa que ofrece un producto divulga características de cierta calidad y al usarlo o consumirlo se prueba que no es así, eso se llama estafa.
Quien se encuentra en autoridad o eminencia e inventa una situación o elabora un ardid para lograr un propósito es culpable de fraude.
Ya sea fraude, estafa, chapucería, falsedad o engaño es la misma mentira y nos encadenamos a ella hasta hacerlo un hábito. Como personas pensantes y espirituales sabemos tomar la senda opuesta que es la verdad, la verdad es la que nos hace legítimamente libres.
“El que hace fraude y habla mentiras no habitará en la casa de Dios”. Salmos 101:7
Edwin Antonio Corea Murillo.
Parque arqueológico en abandono
Como nicaragüense estoy asombrado por el abandono total en que tienen en el Parque Arqueológico Piedra Pintada de Villa Sandino Chontales, por casualidad andaba en un paseo en la zona de Nueva Guinea con mi esposa y unos amigos del trabajo de ella. Uno de los que iban en el paseo es de Villa Sandino y nos llevó a ese hermoso lugar, realmente quedé con gran pesar del descuido de ese parque arqueológicos que está en total abandono. Me pregunto ¿qué hacen los alcaldes de esa localidad y el Gobierno en sí, que tienen abandonado ese patrimonio que nos han heredado nuestros aborígenes? Estos lugares deberían ser aprovechados como gira de campos de las Universidades del Estado y Privadas, para las carreras de Ciencia Sociales Turismo, Arqueologías y otras afines que estudian la historia del país. Tengo la seguridad que hay muchos estudiantes de esas carreras que ni siquiera saben que existe ese hermoso Parque Arqueológico Piedra pintada de Villa Sandino Chontales.
Mi propósito de esto es ver si se animan el Gobierno a rehabilitarlo y darle vida, porque solo hacen cosas de la boca para afuera y nada para mejorar el país. Siendo así sería frecuentemente visitado por los estudiantes universitarios y de la secundaria de todo el país, cobrando un precio especial para estudiantes y público en general para su debido mantenimiento, manejado por las alcaldías de Villa Sandino o la de Santo Tomás. Creo que se podría sacar adelante ese parque, si es que tiene iniciativa, es por esta razón que Nicaragua no prospera porque dejamos que las cosas se pierdan con el tiempo y no le damos mucha importancia a algo con mucho valor histórico.
Debería de existir un presupuesto por parte de la Alcaldía de Villa Sandino para este lugar histórico, es muy triste ver el total abandono que tiene este parque, el descuido por falta de mantenimiento.
Alejandro Dávila López.
Lotería ensalivada
En el departamento de Matagalpa, como en otros sitios de Nicaragua, es muy común ver que algunos vendedores de lotería ensaliven la lotería que le compran sus clientes, cuando los mismos tienen que cortar algún vigésimo; lo cual se convierte en una gran falta de higiene y de respeto para los compradores de lotería.
La Lotería Nacional debería impartir seminarios de capacitación a los vendedores para que no sigan ensalivando la lotería.
Salvador Pérez González.