A siete años de haber muerto producto de tres impactos de balas, familiares y amigos de Alvir Gerardo Vílchez Centeno piden a las autoridades judiciales no retarden más el juicio contra el presunto responsable, Marlon Alcides Jarquín Ruiz.
La muerte de Alvir Gerardo Vílchez ocurrió el seis de junio de 2010, cuando la víctima y el acusado montaban a caballo y tuvieron un encuentro en el empalme de la comunidad Jocote Abajo, en el municipio de Condega, Estelí. Ambos, al parecer, tenían rencillas personales.
Esa tarde, Alvir Gerardo iba acompañado de sus hermanos Leonel Antonio y Léster, todos de apellidos Vílchez Centeno, cuando se topó con el acusado Marlon Alcides, quien también iba acompañado de su hermano Franklin Jarquín Ruiz. Este último fue el que habría iniciado una discusión con la víctima.
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En medio de la disputa, Marlon Alcides supuestamente sacó el revólver que portaba y detonó tres disparos en contra de Alvir Gerardo, quien se desplomó en el acto, muriendo de manera instantánea a causa de que una de las balas impactó en la cabeza.
Amigo se siente burlado
Wilson Peralta, amigo del occiso, quien también figura como supuesta víctima de amenazas del procesado, dijo sentirse burlado porque en reiteradas ocasiones han programado el juicio hasta el último momento.
El acusado se encuentra en libertad y supuestamente no deja de hacer amenazas cada vez que se encuentran, según Peralta.
Por su parte, el abogado acusador Kenth Guardado, dijo que los retrasos los ha provocado la falta de conformación del Tribunal de Jurado y, que al agotarse el tiempo establecido, por la ley ordena a la judicial cambiar las medidas cautelares.
Lo preocupante, según el litigante, es que los testigos ahora temen rendir su relato ante la justicia porque aseguran que han sido supuestamente amenazados por el procesado.
Alega defensa propia
El abogado Róger Morales, defensa técnica de Marlon Alcides Jarquín Ruiz, alega que este disparó en defensa propia. Asimismo dijo que esclarecerá las circunstancias en las que se cometió el crimen, refiriéndose a los motivos que habrían originado la discusión entre la víctima y el acusado.
Siete años de reprogramaciones ha enfrentado un juicio por una disputa que dejó un muerto.