El operativo militar en el que murieron seis personas el domingo pasado en la comunidad San Pablo, en un sector de la Cruz del Río Grande, Caribe Sur, “crea suspicacias” dice la investigadora en temas de seguridad por parte del Instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas (Ieepp), Skarlleth Martínez.
“Puede haber confusión de información en cuanto a si hay intenciones políticas o no hay intenciones políticas, si el ataque que hicieron o no estaba dirigido hacia un sector o hacia otro, eso generalmente crea suspicacias, 0 sobre todo porque hay muy poca información que se publica sobre el trabajo que hacen las instituciones encargadas en el sector rural”, sostuvo Martínez.
LA PRENSA conoció un comunicado emitido por la llamada Fuerza Democrática Nicaragüense comandante 380, a través del cual niegan que los fallecidos fuesen un “grupo delincuencial” o narcotraficantes, como aseguró el Ejército de Nicaragua el lunes pasado.
Esa agrupación sostiene que durante el choque armado también habrían causado bajas a las tropas militares.
Martínez destacó que sobre este incidente sangriento hay muy poca información oficial como por ejemplo, si las personas fallecidas estaban circuladas, “y si estaban siendo perseguidas, ¿por qué no se les detuvo?” para ser sometidos a juicio pues las autoridades alegan que se trataba de delincuentes”.
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También se preguntó: “¿Por qué se tiene que atacar de manera directa a las personas?”. La investigadora del Ieepp refiere que,según las leyes, si quienes actuaron en ese operativo hubiesen sido agentes policiales, estos habrían tomado en cuenta el principio de escalamiento del uso de las fuerzas, pero en este caso fueron militares. Una inquietud a lo interno del Ieepp, dice Martínez, es “si los militares tienen que trabajar en temas de seguridad pública” y si están capacitados para hacerlo.
¿Respetaron instructivo en operativo militar?
El director jurídico del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), Gonzalo Carrión, recordó que lo ocurrido en la comunidad de San Pablo, es una operación eminentemente militar, que “en el lenguaje de los militares es una operación de aniquilamiento (…) con la lectura de los seis muertos con una orden expresa de matar”.
Carrión dijo que los resultados de esa operación se aparta de los alcances de un manual del Ejército con el que anteriormente contaba esa institución castrense.
El instructivo establecía , “que cuando los militares hacen uso de las armas de fuego, las que deben ser utilizadas solo en extrema circunstancia, debe rendir un correspondiente informe”. Carrión dice que desconoce si el instructivo fue reformado.
6 muertos dejó el enfrentamiento entre un grupo armado y tropas del Ejército, que según la versión oficial estaba dirigido por Rafael Dávila, conocido por el apodo de comandante Colocho, único identificado.