En los últimos cinco años el incremento en los peritajes forenses a privados de libertad es del cinco por ciento anual, estimó Zacarías Duarte, director del Instituto de Medicina Legal. Este aumento anda entre los 10 mil y 15 mil análisis, detalló el galeno.
Este incremento se debe a que durante las audiencias preliminares y de juicio en los juzgados comunes los abogados privados casi siempre solicitan valoración médica legal para su representado por padecer de enfermedades crónicas como diábetes, presión arterial alta, enfermedad renal entre otras dolencias físicas.
Mientras, en los juzgados especializados en violencia las solicitudes a medicina legal vienen de ambas partes , la Fiscalía y la defensa porque muchas veces se hacen análisis para completar la tesis probatoria como comparación de fluidos vaginales y semen, enfermedades de transmisión sexual, valoraciones psicológicas y psiquiatricas del procesado.
Entre los peritajes más solicitados están: estado de la salud física del reo, estado de la salud mental, la edad biológica en caso de adolescentes procesados y sin partida de nacimiento o dudas de la edad, la peligrosidad del reo, paternidad en caso de familia y violencia y credibilidad del testimonio en menor porcentaje.
En un juzgado de audiencia se envían a medicina legal entre dos a cuatro peritajes a la semana, mientras en un juzgado de violencia pueden enviar entre cuatro a siete valoraciones médicas por distintas razones, no solo por determinar la salud del reo.
Por otro lado está la queja de abogados quienes alegan que estos oficios no son cumplidos por que autoridades del sistema penitenciario no los llevan o las cumplen cuando quieren.
Abogados reclaman
Según abogados litigantes las remisiones a medicina legal de parte de jueces muchas veces no son acatadas por las autoridades del Sistema Penitenciario Nacional y el reo pasa enfermo meses tras meses y no dejan que familiares les lleven medicinas y empeoran su estado de salud; tal es el caso de Jader Antonio Díaz Hidalgo, quien fue procesado por tráfico interno de drogas a través de videoconferencia por padecer tuberculosis y a pesar que la juez Adela Cardoza había enviado muchos oficios para su traslado a medicina legal, no lo habían llevado ni a medicina legal ni a un hospital público.