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Melvin Sotelo Avilés

Mi solidaridad con el obispo Báez

La intolerancia prevalece en los regímenes autoritarios, quienes los encabezan intentan uniformar un discurso que debe impregnarse y calcarse entre sus seguidores y el resto de la sociedad. Se arrogan el monopolio de la palabra hasta construir un pensamiento hegemónico que se reproduce tanto en las diferentes esferas del poder como en los medios de comunicación, de cuya mayoría se han adueñado o los han cooptado. A esto se suma la centralización del poder, a través de un partido único que todo lo decide. Mecanismos que privilegian quienes comulgan con el pensamiento leninista: “Es la mejor forma de democracia porque no hay división en la sociedad”.

Desde el pedestal del poder crean y recrean su “verdad” maniquea en la que solo es bueno lo que hacen y dicen; lo repiten sus epígonos, invocando sus nombres cuentan la “verdad” transmitida y hacen lo que sea para halagar al poder y garantizarse su permanencia. Gracias a esta distorsión que circula del vértice a la base y viceversa, quienes dirigen el país pierden el contacto con la realidad. Y se complica aún más cuando utilizan el prisma ideológico, lo que impide comprender la realidad o sencillamente no la quieren ver. Como les pasó a los dirigentes de los países del socialismo real y ahora a los venezolanos.

En ese círculo vicioso, cuando alguien discrepa de sus puntos de vista lo descalifican con argumentos falsos y ofensivos. Aventurarse a decir que el obispo Silvio Báez, quien es una autoridad moral en este país, desconoce Nicaragua porque no estuvo en los años ochenta, para restar validez a lo que diga, es poco serio. Jesucristo estuvo fuera de Israel por muchos años, pero supo interpretar el clamor popular y denunciar las arbitrariedades del poder y de los maestros de la ley a quienes llamó sepulcros blanqueados.

Ni Cristo ni los profetas estuvieron al lado del poder. Quienes siguen a Jesucristo no pueden estar al lado de los poderosos; ni usar su investidura religiosa para legitimarlos, aceptarles dádivas o prebendas porque contravienen sus enseñanzas.

La labor pastoral de monseñor Báez es acorde con la de los profetas: alzar su voz para denunciar las anomalías del sistema, señalar las injusticias, estar con los pobres. Dios creó al ser humano a su imagen y semejanza, ante sus ojos somos iguales. Quien gobierna debe garantizar esa igualdad a través de las leyes y la Constitución.

Desmontar el Estado de Derecho y la institucionalidad es romper el equilibrio social; peor aun subordinar las leyes al poder es perder la noción de la realidad, porque ya no se está velando por el bienestar general, sino por los intereses particulares de quienes gobiernan. Esta contraposición de intereses solo genera injusticias y conmociones sociales. Un ejemplo son estas “elecciones” donde hubo siete muertos, decenas de heridos, casas quemadas en municipios del centro y del Caribe de Nicaragua. Hechos lamentables que se han venido dando en diferentes procesos electorales, sin que los victimarios hayan tenido el debido castigo.

Menospreciar el mensaje de los obispos, las demandas de la empresa privada, los partidos de oposición y de la población en general que piden respeto el voto ciudadano y a las leyes, y no hacer nada, es desconocer la realidad.

El obispo Báez cumple con su misión profética, como exégeta de la Biblia revela el mensaje de Dios para que haya paz y armonía en Nicaragua, devela lo que hay detrás del discurso demagógico oficial, pero a su vez habla por aquellos que no tienen voz y cuyos derechos son violentados. Mi solidaridad con monseñor Báez.

El autor es sociólogo.

Opinión Elecciones municipales monseñor Silvio Báez archivo

COMENTARIOS

  1. Moisés
    Hace 6 años

    Pero Jesús se limitó a decir “Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”

  2. cesar
    Hace 6 años

    Soy un convencido no creyente, pero cuando se trata de abusos y agresiones contra la integridad fisica o moral de las personas estoy adelante. Soy enemigo de todo tipo de dictaduras y Autoritarismos. Mi solidaridad con el Obispo Baez y todos aquellos que hoy sufren atropellos por quienes gobiernan a este pobre país.

  3. Pepe Turcon
    Hace 6 años

    El Mundo entero (Urbi et Urbi) esta con Mons. Silvio Baez

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