Aunque en los últimos ciclos productivos dirigentes del sector cafetalero han atribuido la caída de parte de la cosecha de café —al menos doscientos mil quintales en 2016-2017— a que cada año les resulta más difícil encontrar los trabajadores necesarios para cortar el grano, ahora el Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep) considera que en realidad lo que está pasando es que otras actividades se están disputando la mano de obra.
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“Parte del análisis que se está haciendo es que ya hay otra realidad sucediendo en el campo nicaragüense y es que ya empezamos a ver, por ejemplo en el caso de la palma (africana), la producción de la inversión de los primeros proyectos… y la diferencia es que la palma requiere trabajadores todo el año… y el café solo unos meses”, dijo el presidente del Cosep, José Adán Aguerri.
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A la diversidad de opciones que ahora tienen los trabajadores agrícolas, según Aguerri, se suma que tampoco se van a Honduras o Costa Rica, porque acá se les han dado a conocer los beneficios que obtienen si se quedan en el país.
