El poeta Julio Cabrales Venerio, autor del celebrado poema dramático El espectro de la Rosa falleció este sábado a eso de las 7:00 a.m. a sus 73 años, confirmó su prima hermana Bertha Inés Cabrales.
Cabrales Venerio había permanecido hospitalizado a causa de una neumonía desde el pasado sábado 4 de noviembre en cuidados intensivos del Hospital Alemán Nicaragüense.
En los últimos días se había complicado debido a una infección generalizada, luego dio señales de una leve mejoría, se complicó de nuevo le amputaron sus dos piernas, pero a pesar de los esfuerzos médicos el bardo se rindió a la muerte.
La vela es hoy (25 de noviembre a partir de las 3:00 p.m) en la funeraria El Alba, situada en el barrio Paraisito, de la P del H, una cuadra al este y una al lago.
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Cabrales Venerio fue hijo del poeta conocido poeta Luis Alberto Cabrales, autor de Opera parva, y uno de los fundadores del movimiento de Vanguardia en Nicaragua.
Desde su juventud el bardo comenzó a tener síntomas de esquizofrenia, la que se agudizó con la muerte de su padre, su hermano mayor y su madre, en los sesenta y ochenta.
El hermano que le había quedado también mostró esquizofrenia, y se fue de la casa a rodar por el país, recuerda Bertha Inés.
Su corta y brillante vida literaria
Cabrales también es autor del celebrado poemario Ómnibus, publicado por la Editorial Universitaria de la Unan-León en 1975, y por el Centro Nicaragüense de Escritores en una segunda edición en 2010.
El espectro de la rosa, poema del libro Ómnibus, fue escrito en 1967, y según el novelista Sergio Ramírez Mercado su estilo de larga crónica “cuenta la historia del célebre bailarín ruso Vatzlav Nijinsky, y viene a ser premonitorio porque Nijinsky acaba hundido en la locura, igual que Julio”.
Cabrales es de los poetas respetados de la Generación sesenta, Edwin Yllescas, Ana Ilse Gómez, Vidaluz Meneses, Roberto Cuadra, entre otros.
El poeta Julio Valle Castillo, en una nota publicada en LA PRENSA LITERARIA en 2010 dice que Cabrales se reveló como poeta a los 17 años y que publicó sus primeros poemas un 7 de mayo de 1961, en el suplemento dominical de LA PRENSA.
Vivió en España
Entre 1963 hasta 1965, Cabrales Venerio se relacionó con los poetas españoles Luis Felipe Vivanco, Luis Rosales, Francisca Aguirre, Félix Grande, Fernando Quiñonez, Gloria Fuerte; así los nicaragüense Carlos Martínez Rivas, Luis Rocha y Horacio Peña que entonces vivían en Madrid.
Colaboró en Papeles de Son Armadans, Madrid-Palma de Mallorca, y Cuadernos Americanos.
Regresa al país en 1966 y aparece con “los síntomas de un raro complejo de enfermedades no le permitieron darle continuidad ni concluir la carrera de Humanidades.
Dio a conocer sus escritos en Hipocampo n° 6. San José, Costa Rica, El Pez y la Serpiente, La Prensa Literaria, Novedades Cultural y Nuevo Amanecer Cultural de Nicaragua.
La Editorial Universitaria de León publicó en 1975 su libro de poemas Ómnibus, el Centro Nicaragüense dio a conocer una segunda edición en años recientes.
También se conocen Sonata para enflorar su psiquis abolida (1968). Papeles de San Armadans, 1968. Esbozo de un joven (1970).
En las últimas décadas el poeta vivió de pedir limosnas en los semáforos de la Carretera Norte, cerca del Edificio Armando Guido, ya que residía en el barrio Hilario Sánchez.
Reacciones en las redes
El poeta español Daniel Rodríguez Moya, presidente del Festival Internacional de Poesía de Granada, de España reaccionó en su Facebook ante la muerte del poeta: “Esta ha sido “una gran pérdida, fue un poeta magnífico. Me impactó tanto su poema El espectro de la rosa que le dediqué un poema hace años, en mi libro Las cosas que se dicen en voz baja. A un poeta loco, se llamaba el poema que le escribí. Descanse en Paz Julio Cabrales”.
Para su lado el poeta Carlos Calero, expresó: ” Entre la celebración y el duelo, la literatura nicaragüense continúa vigorosa y jubilosa. Paz a los restos de este gran poeta”.
En tanto el Centro Nicaragüense de Escritores, lamenta el fallecimiento de Cabrales.