El politólogo José Antonio Peraza calificó de muy particular la situación que produjo el fraude en el municipio San Pedro de Lóvago (Chontales), porque aunque se suma a los robos electorales que se vienen dando desde 2008, esta vez el partido favorecido por el fraude rechazó la alcaldía.
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Peraza recordó que en las votaciones de 2008 se demostró el fraude en 40 alcaldías, donde los cuarenta candidatos a alcaldes del gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) aunque perdieron la elección, ocuparon los cargos.
Sin apoyo del partido
Mientras que en el municipio de San Pedro de Lóvago el candidato de Ciudadanos por la Libertad (CxL), Ramón González, a quien el Consejo Supremo Electoral (CSE) da como ganador aunque los votos no lo favorecieron, se quedó sin el respaldo de su partido, porque la presidenta de CxL, Kitty Monterrey, dijo que esa alcaldía no la habían ganado.
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El politólogo destacó la posición del partido CxL de rechazar la alcaldía robada, porque para él marca la diferencia en “una clase política tan pervertida”.
“En el caso de San Pedro de Lóvago hay una circunstancia diferente, porque el mismo partido al cual se le está asignando la alcaldía robada, la está rechazando. Eso demuestra el carácter ético del partido que no lo está asumiendo”, dijo Peraza.
El candidato a alcalde del Partido Liberal Constitucionalista (PLC), Melvin Báez, demostró con el total de las actas de escrutinio en su poder que ganó la elección municipal el pasado 5 de noviembre, pero el Consejo Supremo Electoral (CSE) dio como ganador al candidato a alcalde de CxL, quien no ha expresado su posición ante esta situación.
Peraza responsabilizó al CSE de esta situación, por su “incapacidad, arbitrariedad y el imperio total de la impunidad” que tiene esta institución, porque “puede hacer lo que le da la gana”.
Votaciones sin credibilidad
Las votaciones municipales para elegir alcalde, vicealcalde y concejales en los 153 municipios del país estuvieron marcadas por la violencia electoral, que dejó como consecuencia siete muertos en diferentes municipios.
Los críticos y opositores han venido denunciando desde 2008 el control del FSLN en el sistema electoral, la falta de transparencia y la exclusión y desventaja con la que participan las organizaciones políticas opositoras.