En una ceremonia rápida, lectura de versos de dos poetas emergentes, la notoria ausencia de los escritores renombrados del país, y ante un inclemente sol de mediodía fueron sepultados en una cripta familiar del Cementerio General de Managua, los restos del poeta Julio Cabrales Venerio (1944-2017), el celebrado autor del poemario Ómnibus (1975).
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Al tomar la palabra Bertha Inés Cabrales, prima hermana del poeta dijo que los restos del bardo ahora descansarán a la par de Eva Cabrales Castillo y Feliciana Castillo, ambas familiares.
A la vela (este 25 de noviembre en la Funeraria El Alba, desde la 3:00 p.m. hasta las 8:00 p.m) solo asistieron brevemente unas 20 personas, entre ellos la poeta Michele Najlis, el cineasta Ramiro Lacayo, el poeta David McField y la historiadora de cine Karly Gaitán.
A falta de un sacerdote, previo al entierro de este domingo 26 de noviembre por la mañana, Brenda Martínez y Bertha Cabrales, dieron lectura al Salmo 91 y 23.
También estuvieron presentes Denis González y su esposa Erika Ruiz, las personas que cuidaron al poeta los últimos quince años.
“Era un poeta alegre y bueno, y ahora no nos alegramos y tampoco nos entristecemos, porque ha pasado a mejor vida”, dijo González.
Durante los últimos 21 días el poeta estuvo hospitalizado en la unidad de cuidados intensivos del Hospital Alemán Nicaragüense, a causa de una neumonía. Éste falleció el sábado 25 de noviembre.
“Nos deja un gran legado y espero que la sociedad estudie la obra de este magnífico poeta´”, destacó Harry Emilio Tejada del nuevo grupo Órbita.
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Por su lado el joven José Montoya, también del nuevo Movimiento Poética Anclas al Viento (Mopav), destacó la dramática vida Cabrales autor del poema El espectro de la rosa.
En tanto Emilio Zambrana director del Departamento de Literatura del INC, reseñó la vida y obra de Cabrales y lo destacó como uno de los poetas más relevantes de la Generación sesenta.
Y en representación del Festival Internacional de Poesía de Granada, asistió Salomón Alarcón, quien hizo entrega a Bertha Cabrales de un plaquete, donde aparecen poemas representativos de Cabrales como Carta a mi madre y la Canción del mal.
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Poetas de su generación
Cabrales también es autor de Esbozo de un joven (1970), y Sonata para enflorar su psiquis abolida, (1968).
Entre 1963 hasta 1965 se codeó con escritores españoles de la talla de Luis Felipe Vivanco, Luis Rosales, Francisca Aguirre, Félix Grande, Fernando Quiñonez, Gloria Fuerte.
Así con los nicaragüense Carlos Martínez Rivas, Luis Rocha, Horacio Peña y Francisco de Asís Fernández, que entonces vivían en Madrid.
Alarcón también hizo entrega de un poema que Francisco de Asís Fernández, le escribió al poeta Cabrales en 1967, titulado Indicaciones.
Indicaciones
(A Julio Cabrales)
No apresures la obra maestra.
No la apresures.
Quítate los zapatos y ahuyéntala.
Porque escribir un poema
es como volarse la tapa de los sesos;
vuélvete mejor al espejo
y dí: “¡Quién es aquel
de elevada figura
cuyos encantos me atraen?”
o menciona alguna remota ilusión
que detenga tu existencia.
No escribas la tan temida.
La ha visto rondarte como un perro.
Ponte el vestido de San Antonio
que es el patrono de los niños.
Juega a la rayuela
o acuéstate con alguna mujer
que no tengas que recordar al día siguiente.
(Madrid, 1967)
