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El antes y el después. Dionisio Marenco, el último alcalde a quien se le considera que actuó con cierta autonomía del gobierno central. Y Alexis Argüello, el alcalde con que inició el retroceso de la autonomía municipal en Managua. En medio Daniel Ortega, quien desde que regresó al poder en 2007 su gobierno ha estado violentando la Ley 40, de municipios. LA PRENSA/ ARCHIVO PERSONAL/ ÓSCAR NAVARRETE

Los alcaldes de papel de Managua

Desde que el FSLN regresó al poder en 2007, la figura del alcalde de Managua ha involucionado hasta convertirse en una especie de mandaderos del Ejecutivo.

Hace casi diez años que Managua no tiene alcaldes. El último fue Dionisio Marenco. Los especialistas afirman que a partir de Alexis Argüello, quien asumió en el año 2009, los que han ocupado el “trono” de la capital han sido “alcaldes de papel”.

“Desde que el FSLN regresó al Gobierno central se perdió toda la autonomía municipal. (La Alcaldía) se convirtió en lo que era bajo Somoza, en el Distrito Nacional (DN), un ministerio más, administrado por un funcionario de la Alcaldía”, explica el municipalista Silvio Prado.

Dionisio Marenco tenía dos años de ser alcalde cuando Daniel Ortega retomó la Presidencia de la República y no tardó mucho para que entraran en conflicto. El alcalde realizó algunas críticas al Ejecutivo, como el utilizar la Secretaría del FSLN, a la vez casa de Ortega, como Casa de Gobierno. Ortega le respondió a Marenco: “Zapatero a tu zapato”, cuando se le consultó sobre los comentarios del alcalde. A partir de ese momento, Marenco comenzó a declinar en su carrera política, a pesar de que las encuestas lo ubicaban en una buena posición como posible candidato presidencial una vez que finalizó su período en la Alcaldía.

Desde entonces también la figura del alcalde de Managua ha sido más bien decorativa, ocupada por personas que no tienen el peso político para hacerle sombra al poder de la pareja presidencial. “(Después del 2009) las relaciones entre el alcalde de Managua y el Gobierno central no han sido entre gobiernos, sino de un subordinado”, indica Prado.

En enero próximo asumirá una nueva alcaldesa, Reyna Rueda, y para los especialistas nada va a cambiar, sino que será más de lo mismo. Incluso, el municipalista Bayardo Salmerón considera que Rueda es aún más “cero a la izquierda” de lo que fue la aún alcaldesa Daysi Torres, a quien se le veía más en actividades religiosas y protocolarias que en funciones propias de un alcalde. Esa función, la de alcalde, la asumía el secretario general de la comuna, Fidel Moreno, hombre de confianza de la vicepresidenta asignada por el Consejo Supremo Electoral (CSE), Rosario Murillo.

En los últimos diez años los rostros de la Alcaldía de Managua han sido los siguientes:

Los expertos en municipalismo afirman que la pareja presidencial ha escogido a personas con poco peso políticos como alcaldes de Managua, para que no les hagan sombra en el poder. LA PRENSA/ ARCHIVO PERSONAL/ ÓSCAR NAVARRETE

Alexis Argüello

El tricampeón mundial de boxeo ni siquiera pudo terminar su período iniciado en enero del 2009. En julio de ese mismo año fue declarado muerto por suicidio.

El exconcejal Luciano García recuerda que Argüello tenía la intención de hacer un buen gobierno municipal pero no lo dejaron, especialmente Fidel Moreno, quien según García manipulaba al exboxeador. “Lo que le pasó a Alexis es culpa de que le quitaron todos los poderes y lo relegaron a figura decorativa”, explica García.

Para el municipalista Silvio Prado, Argüello “fue totalmente de papel”. “Tenía las manos atadas”, señala.

Un informe de LA PRENSA de mayo del 2009 indica que Argüello ni siquiera podía firmar cheques, sino que esa responsabilidad recaía en el secretario general de la comuna, Fidel Moreno. Argüello no estaba autorizado para firmar los pagos municipales.

A Daysi Torres se le señala que se encargaba más de actos protocolarios. En la imagen se le ve con Enrique Armas en una actividad de la roza del camino, en las fiestas agostinas. LA PRENSA/ ARCHIVO PERSONAL/ ÓSCAR NAVARRETE

Daysi Torres

La periodista Daysi Torres era la vice de Argüello y asumió la Alcaldía seis días después de la muerte del Tricampeón. Fue alcaldesa durante nueve años y en todo ese tiempo, a como explica un reportaje de LA PRENSA de este mes de noviembre, no la dejaron ejercer su cargo.

Para el municipalista Silvio Prado, la misma Torres se descalificó como alcaldesa cuando dijo que ella era “un soldado del FSLN”. En la edición de LA PRENSA del 10 de junio de 2010 se publicaron las declaraciones de Torres: “Los puestos no son nuestros, no son de la persona, son del partido. Somos soldados, militantes de un partido. Si el Concejo no quiere que siga aquí, me voy tranquila con la frente en alto”, dijo Torres, poco después de que fue destituido el alcalde de Ciudad Sandino, Roberto Somoza.

De acuerdo con el exconcejal Luciano García, Torres es una militante sandinista disciplinada. “Es totalmente alineada”, expresa García.

Una de las críticas que se le hizo a Torres es que un día aparecía al lado de pastores evangélicos y al otro ejercía de mayordoma de las fiestas agostinas de Managua en honor a Santo Domingo de Guzmán.

Reyna Rueda y Enrique Armas cuando eran candidatos, inaugurando un complejo deportivo. Reyna Rueda y Enrique Armas. Los especialistas afirman que Rueda es aún más frágil que Daysi Torres. LA PRENSA/ ARCHIVO

Reyna Rueda

El 7 de julio de 2009, tras la muerte de Alexis Argüello, los concejales sandinistas eligieron como vicealcaldesa de Managua a Reyna Juanita Rueda Alvarado, en ese entonces de 40 años de edad, quien en los años ochenta formaba parte de grupos culturales y que a partir de 1996 se convertiría en activista electoral del FSLN. Era de las que iba de casa en casa ganando votos para los candidatos sandinistas.

En el 2006, en las elecciones en las que Daniel Ortega regresó al poder, Rueda fue fiscal de centro del FSLN. En 2007 fue líder de los CPC en el Distrito Tres de Managua y finalmente fue electa concejal de la capital en el 2008.

Luciano García la conoció en ese período de la Alcaldía y dice que es “una cara más alegre” y “más buena gente” que Daysi Torres. Cuando escuchó que Rueda sería la candidata sandinista se puso a reír, no porque tenga algo en contra de Rueda, sino porque se percató de que iba a ganar “sin siquiera hacer campaña”.

Ninguno de los municipalistas consultados por LA PRENSA considera que Rueda pueda hacer la diferencia en la Alcaldía.

Fidel Moreno tiene en la Alcaldía de Managua un papel más protagónico que la alcaldesa Daysi Torres. Y así fue también en tiempos de Alexis Argüello. LA PRENSA/ ARCHIVO

Fidel Moreno

Es el “verdadero alcalde” de Managua. Como secretario general de la Alcaldía tiene más poder que el propio alcalde, gracias a que el FSLN ha violentado la Ley 40, Ley de Municipios, indicó el exconcejal Luciano García.

Los expertos le reconocen una gran capacidad de trabajo a Moreno, pero consideran que está ahí porque es de confianza de Rosario Murillo, quien ejerce de “alcaldesa” de Managua a través de Moreno. Ejemplos de la influencia de Murillo en la Alcaldía hay muchos y uno de ellos es que la capital está “sembrada” de los “árboles de la vida”, indica el municipalista Bayardo Salmerón. “Rosario Murillo escogió a Fidel por fiel, pero no representa un riesgo político para ellos (Ortega y Murillo)”, dice Salmerón, quien va más allá y señala que probablemente a Moreno lo estén preparando para que sea candidato presidencial, en caso de que no puedan postularse a la Presidencia ni Murillo ni alguno de sus hijos.

Moreno es hijo de un exembajador sandinista. Durante su juventud vendió cuadernos y libros escolares y también fue líder estudiantil durante las protestas por el seis por ciento. Luego fue diputado nacional y del Parlacen y en 2008 llegó a secretario general de la Alcaldía de Managua.

El poderoso secretario municipal pertenece a una camada de jóvenes que fueron adoctrinados por Rosario Murillo a inicios de los años noventa, muchos de los cuales son el soporte de Murillo en el actual gobierno.

El cronista deportivo Enrique Armas, vicealcalde electo por el Consejo Supremo Electoral. LA PRENSA/ ARCHIVO

Enrique Armas

El cronista deportivo Enrique Armas será vicealcalde, designado por el Consejo Supremo Electoral, pero los especialistas no le ven ningún rol importante en la municipalidad más que la de hacer de “bufón”. “¿Qué ha propuesto? ¿Qué políticas ha planificado? Lo que hace es el papel de bufón de la corte. Ni siquiera es cronista deportivo porque solo sabe de boxeo y beisbol. No tiene ni idea de lo que es la gestión municipal”, indica sobre Armas el municipalista Silvio Prado.

Los “presidenciables”

Cuando Arnoldo Alemán fue alcalde de Managua, entre 1990 y 1995, buscó las credenciales necesarias para ser candidato presidencial y logró la Presidencia en 1996.

Según el municipalista Bayardo Salmerón, en muchos países es así, de que el alcalde de la capital muchas veces llega a ser presidente de la República. En Nicaragua, Alemán es el último caso, pero también el exalcalde Herty Lewites quiso ser pero murió mientras lo intentaba, explica Salmerón.

En el caso de Dionisio Marenco —siempre según Salmerón—, sigue siendo “un presidenciable”, las encuestas siempre lo ubicaron con buen porcentaje de simpatía por parte de la población, pero Rosario Murillo se encargó de sacarlo de la política, afirma el municipalista.

Según Salmerón, los recientes rostros que han estado y están al frente de la Alcaldía son personas que no le hacen sombra al poder político de Daniel Ortega y Rosario Murillo.

En el caso de Reyna Rueda, según el municipalista Silvio Prado, ella sabe que está ahí para hacer la voluntad de la pareja presidencial. “Ella lo sabe, que está de mampara. (Para la Alcaldía) han seleccionado no a los más capaces sino a los más leales”, dice Prado.


A partir de Alexis Argüello entra en crisis el modelo autonómico municipal y a pesar de que la ley le sigue otorgando autonomía completa al municipio, en la práctica ello no se aplica debido al modelo político de control total del poder de Daniel Ortega y Rosario Murillo”. Manuel Ortega Hegg, municipalista.


Negativo para el pueblo

El municipalista Bayardo Salmerón dice que los capitalinos casi no están interesados en las autoridades municipales, sino que están más pendientes del presidente y los políticos más influyentes, pero considera que la actual situación de la municipalidad de Managua debe preocupar porque las municipales son las autoridades encargadas de resolver los problemas más inmediatos de la población.

El municipalista Silvio Prado indica que las autoridades municipales son las encargadas de gestionar los impuestos de los ciudadanos y si no tienen la debida autonomía municipal, no van a responder a las necesidades de la población sino a los intereses del Gobierno central o de un partido en particular.

De acuerdo con el municipalista Manuel Ortega Hegg, la pérdida de la autonomía municipal afecta a la población porque le quita poder para elegir a sus autoridades, pero también para hacer que esas autoridades electas gobiernen para ella en el marco de la ley y respondan de su actuación ante la población que los eligió.

“Hay una gran diferencia en la gestión de los alcaldes que gobiernan según directrices, planes e intereses políticos del Gobierno central, con la de alcaldes cuyos planes y directrices emanan de los intereses y necesidades de la población local y cuando los recursos financieros y de otro tipo del municipio se utilizan con esos fines”, afirma Ortega Hegg.

Ya van diez años en que la figura del alcalde de Managua ha involucionado y con Reyna Rueda la situación será la misma, reafirman los especialistas. Desde Dionisio Marenco, los managuas no tienen alcalde ni alcaldesa.

La autonomía

Antes de 1990, Managua no tenía rango de municipio autónomo sino de Distrito Nacional y sus alcaldes eran nombrados por el presidente de la República, quien les otorgaba el rango de ministros. Así, ellos respondían al presidente, que los podía cambiar en cualquier momento, explica el municipalista Manuel Ortega Hegg.

En 1996 se logró que los alcaldes fueron electos por el voto popular pero faltaba también la autonomía financiera, lo que se consiguió con la Ley de transferencias municipales aprobada en tiempos del gobierno de Enrique Bolaños y con ello se rompía el vínculo clientelar entre el Gobierno central y los municipios.

“Lo más importante es que la autonomía política, financiera y administrativa del municipio, le permitía al alcalde tener las condiciones para responder fundamentalmente a los intereses de sus electores y no del Gobierno central. La autonomía les permitía gobernar para el pueblo”, dice Ortega Hegg, quien señala que ese modelo entró en crisis a partir de la elección de Alexis Argüello.

Parques

Según el municipalista Bayardo Salmerón, el único beneficio concreto que ha tenido la población capitalina de la gestión edilicia en los últimos diez años han sido los parques, el más emblemático el Luis Alfonso Velásquez Flores, pero en otros temas la incidencia municipal ha sido poca, salvo en infraestructura.

“Hay que ver cómo se comportan (las autoridades municipales) con el tema de la energía, con el de este tráfico pesado que hay en Managua”, dijo Salmerón.

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