La ciencia y el arte interactúan como pilar del ser humano, con un hilo conductor de destino invisible que los ata, procrean la magia; la cual genera transformación natural en la voluntad del hombre, conecta encuentros. Es el puente entre los destinos y las necesidades resueltas. Esta es la constitución genuina de la publicidad.
La comunicación estratégica dirigida y desarrollada con creatividad procrea lo extraordinario, fundido con genialidad y discernimiento generando esencialidad que perdura, explora y aventura el espectro de la vida, es imaginación concreta tras veredictos perecederos, desarropándose de la especulación al lograr su develación. Es la concepción modificada, causante de una acción; la satisfacción y obtención de un producto o servicio, después de mostrar sus atributos y beneficios. Sorprende, coexiste con las intenciones positivas de compra y venta, si la gestamos a como debe ser.
La publicidad esencialmente es libre, inocula pasión, es la fuente misteriosa que invita a reflexionar las finalidades y utilidades de los productos/servicios genuinos; transforma, engendra valor, suscita contenido apropiado y notable. De tal suerte que da confianza, origina relaciones y soluciona inconvenientes por medio de la reciprocidad. Ahora interactúa, no mantiene monólogos; atrae, convierte, enamora.
Prescribe objetivos y metas, conoce más a fondo sus audiencias, desarrolla contenidos, crea ambientes, segmenta, califica, genera experiencias individuales, mide, reinventa a corto y largo plazo. Ya no vende productos/servicios, ahora se encarga de compartir contenidos, ese es el cotidiano acervo de la publicidad bien hecha hoy en día, reitero, genera contenido.
La publicidad se desarrolla con fulgor en la revolución industrial, se acuerpa más consistentemente con la revolución digital, ahora en su clímax con la venidera revolución de las emociones. Estamos en una nueva era, con la capacidad de reinvención. La claridad de nuevos paradigmas que se dictan también propone como sortilegio medido y creado con genialidad, los nuevos canales de difusión, por ende, nuevas configuraciones en la contextura de los mensajes, plataformas más versátiles y de mayor alcance, en un mundo en donde todos tienen acceso a la información, con nuevos roles de emisores y receptores descodificando mensajes con perspicacia, así los emisores reciben retroalimentación, toda una interacción que gesta un diálogo fluido.
Hoy por hoy en el mundo las ideas sopesan, se procrean entre una cantidad interminable de información generada en distintas plataformas digitales que sufren constantes incorporaciones y reconstituciones por lo que la marca se constituye en el mejor baluarte de una empresa —requiere de muchos años para construirla y solidificarla—, es la conexión auténtica con la audiencia. Hay muchas confusiones y falsedades en la red por lo que hay que tomar precaución, atención, adoptar actitudes de líderes, sin ocultar limitantes, ser completamente naturales.
Hay muchos desafíos y coyunturas que propician el buen desempeño de la publicidad con toda su magia, creada con arte y generada con el rigor de la ciencia tras los cambios advenidos que conllevan la utilización de nuevos métodos, técnicas, con nuevos medios, herramientas, soportes e interacciones constantes entre los cambios de los humanos consumidores —mercados globales—. El uso de técnicas no intrusivas, con valor, al inicio del proceso de compra, acompañándolos hasta el final (el inbound marketing) es lo que los anunciantes precisan con nuevas formas de llevar sus productos/servicios a sus públicos de forma eficaz y óptima para lograr objetivos. La publicidad emerge con su magia en nuevos escenarios personalizados.
“La sabiduría no tiene dueños, pero sus esclavos son los amos del universo”.
El autor es diseñador creativo.