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Guillermo Areas Cabrera

Qué culpa tiene el general Lee

El artículo de opinión de Carlos Montaner, publicado en el Diario LA PRENSA edición del 29 de octubre de 2017, me impulsó a escribir este artículo.

Estudié parte de mi secundaria en los EE.UU. y como asignatura obligatoria, Historia de los Estados Unidos de América. Allí conocí del general Robert E. Lee, a quien hoy día grupos de blancos y negros de ese país quieren borrar de la historia queriendo destruir las estatuas levantadas en su nombre.

Lo anterior nos da una muestra de la ignorancia histórica de esos grupos, que continúan con la creencia de la posesión de la verdad y que su actuar es el único políticamente correcto.

Robert E. Lee fue hijo de Henry Lee, el jefe del Estado Mayor de George Washington durante la revolución en contra del Imperio Británico y dos de sus ancestros firmaron la Declaración de Independencia de los EE.UU.
Graduado de la academia militar de West Point, héroe de guerra y luego Superintendente de West Point, según los historiadores, eran muy pocas las personas en esa época para quien la Unión pudiera significar más de lo que significaba para el general Lee. Pero no se puede olvidar que las trece colonias que se convirtieron en trece estados, se reservaron un enorme grado de autonomía política. En la época antes de la guerra civil de los EE.UU., la lealtad de la mayoría de los ciudadanos era para el estado en que vivían. El concepto de Estados Unidos de América es un fenómeno posterior a la guerra civil.

Lo anterior quizás explique por qué Lee le declinó a Lincoln el comandar las fuerzas de la Unión y convertirse en un comandante confederado para defender Virginia, su estado natal. Como dato curioso el general se oponía a la secesión, pero prevalecía su amor a su terruño y a la defensa del mismo.

Lee jamás fue dueño de un solo esclavo, porque sentía que la esclavitud era moralmente reprochable. Historiadores también sostienen que no apoyaba la esclavitud, ejemplo de esto es su apoyo al plan de abolición de la esclavitud en 1864, su apoyo a la fundación de escuelas para esclavos en plantaciones y su apoyo a la inclusión de soldados negros en el ejército confederado.

La historia da una imagen de Lee como todo un caballero totalmente respetado por sus contemporáneos, hasta tal punto que su muerte fue sentida por su rival y presidente Ulysses S. Grant.

Martin Luther King, un gran lector de los libros acerca de la Guerra Civil, admiró y respetó a Lee y hasta hoy día nadie de su familia, asociados o activistas de su movimiento, han protestado el hecho de que en Virginia, el cumpleaños del doctor King (día feriado federal), es oficialmente celebrado como “Día de Robert E. Lee-Stonewall Jackson y Martin Luther King”. Stonewall Jackson es el general confederado más conocido después de Lee.

Una estatua de Lee se encuentra en el Capitolio de los EE.UU. y su imagen está grabada en vidrios de colores en la Catedral de Washington. Resulta irónico que ha sido acogido en la ciudad contra la cual luchó y está siendo rechazado por algunos en el Estado y ciudades por las cuales luchó.

Sus palabras antes de su fallecimiento dan una idea de la personalidad de Lee: “Antes y durante la guerra entre los Estados, yo era un virginiano, después de la guerra me convertí en un americano”.

Es increíble como las enfermedades gemelas de la ignorancia y la mala información, azuzadas por intereses políticos de la izquierda gringa, están llevando a la destrucción de parte de la historia de los EE.UU., incluyendo al general Robert E. Lee.
El autor es abogado.

Opinión
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