La acera del templo parroquial El Calvario, en Chinandega, ha sido copado de comerciantes que ofrecen utensilios plásticos, además de pequeñas artesanías y dulces procedentes de Masaya.
En la zona también destacan comerciantes leoneses que estrechan las calles del sector en las inmediaciones del mercado central.
Alberto Mendoza, propietario de una camioneta para el acarreo comercial, fue retirado a mediados del mes pasado del lugar tradicional que este gremio ocupa frente al templo.
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“En este tiempo, las del mercado de Chinandega y de Masaya vienen a ocupar el espacio y nosotros ¿qué vamos a hacer? La Alcaldía no ha podido hacer nada”, lamentó.
Agregó que en total son 16 del gremio de acarreo comercial quienes van a retornar al lugar hasta el 9 de diciembre, cuando los comerciantes prometieron desocupar la acera y la calle.
Este viernes sorprendió que los árboles que daban sombra a los comerciantes fueron cortados. Se intentó conocer el porqué, pero la secretaria del templo en la sacristía dijo que el párroco Danilo Membreño no se encontraba y desconocía la hora que regresaría.
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Patricia Leiva, coordinadora del sector informal del mercado central, dijo que unos 70 comerciantes chinandeganos ocuparon por un día el parque de ferias, como quedó establecido, pero retornaron al sector de El Calvario alegando que las vendedoras de Masaya nunca se fueron de esa zona. “Es injusto que nosotros allá y ellas aquí, no”, criticó Leiva.
Paso complicado por el comercio
Aunque hacía un gran esfuerzo para pasar por la zona, el taxista Eddy Solís defendió a los comerciantes y dijo que necesitan el trabajo. “Siempre que podamos pasar no hay problema”, mencionó el cadete.
Evangelina Alonso, vecina del sector, expresó que ninguna autoridad se preocupa por ordenar y organizar a los vendedores y el conflicto se genera en las calles y aceras.
Las vendedoras de Masaya indicaron que analizarán si el próximo año pueden vender en el Parque de Ferias, porque les han contado que en la zona ocurren continuos robos.