La palabra voluntario y voluntaria proviene de “voluntad”, que significa querer o desear algo, es la facultad que tenemos las personas de tomar decisiones. El voluntariado es el trabajo de las personas que sirven a una comunidad o al medioambiente por decisión propia y libre. Es decir, las personas voluntarias desean, quieren y toman la decisión de trabajar por sus congéneres y el planeta, con todo lo que esto encierra.
Las aspiraciones de las personas voluntarias no es la remuneración económica ni el reconocimiento por el trabajo realizado ni el comprarse carro o ropa de marca ni el ser invitadas a eventos sociales. Las aspiraciones son mucho más grandes: salvar vidas, contribuir al cambio, a la reducción de la pobreza, a la inclusión de todas y todos, a que nadie se quede atrás.
Me llena de orgullo trabajar con estas personas que toman libremente la decisión de venir a Nicaragua a contribuir con nuestro desarrollo; ver en cada uno de sus rostros la admiración por nuestras bellezas naturales y nuestra gente sencilla y alegre, la felicidad de abrazar a mujeres y niños en las comunidades, disfrutar la comida, los bailes y las costumbres. Pero lo que más me enorgullece es la determinación que tienen por apoyar adonde se les necesita, el meterse a las comunidades más remotas a capacitar a pequeñas productoras, a enseñar sistemas de monitoreo, dar clases de arte para que los chavalos no se metan en actividades de riesgo, instalar laboratorios y estudiar los suelos, prevenir la violencia basada en género, empoderar a mujeres y niñas para que conozcan y ejerzan sus derechos, mejorar los métodos de producción de lácteos, café, miel y promover el turismo sostenible entre otras muchas actividades.
Me llena también de orgullo la cultura voluntaria que existe en este pueblo. Voluntariado que se da en silencio día a día, en los brigadistas, promotores, parteras que también voluntariamente donan su tiempo por sus comunidades y sus hermanos y hermanas nicaragüenses. Esto lo percibimos más cuando ocurre un desastre natural, pues es cuando los medios lo publican, pero esta gente ha estado ahí por generaciones entregándose y donando sus habilidades y conocimientos por la gente y el planeta.
Las Naciones Unidas han declarado el 5 de diciembre el Día Internacional del Voluntariado, para celebrar el voluntariado en todas sus facetas y para rendir homenaje a todas las personas que trabajan voluntariamente para alcanzar los nuevos objetivos mundiales que son un llamado a la adopción de medidas para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y garantizar que todas las personas gocen de paz y prosperidad.
Celebro este día y los invito a formar parte de este ejército de paz y desarrollo.
La autora es Representante Regional – Centroamérica Cuso International Organización de Desarrollo canadiense que implementa programas de Voluntariado.