Nicaragua ¿Estado religioso?
De conformidad con varios preceptos constitucionales, Nicaragua es un Estado laico desde el punto de vista religioso, pero en la práctica el Gobierno que rige los destinos del país hace caso omiso a lo que establece la Carta Magna, pues basta con leer los numerosísimos afiches que empapelan las ciudades para leer que el gobierno se autoproclama cristiano, socialista y solidario.
Aparte de una clara violación de las normas constitucionales, este enunciado resulta contradictorio, pues no se necesita ser una autoridad en la materia para saber que existe una incompatibilidad fundamental entre el catolicismo y el socialismo, como suelen llamar algunos al comunismo ateo para hacerlo aparecer menos conflictivo desde el punto de vista ideológico.
Ahora resulta que el Gobierno y los mal llamados “padres de la patria” (en realidad padrastros) han querido declarar a la Virgen María y a las fiestas de la Purísima, “patrimonio histórico y cultural” de Nicaragua, es decir convertir un tema religioso en politiquería barata, obligando a los nicaragüenses no creyentes a aceptar un dogma de fe. Ante este disparate, los obispos de Nicaragua rechazó la tal que, como expresó LA PRENSA en un reciente editorial, pretende estatizar a la Virgen María, patrona de los católicos nicaragüenses.
El arzobispo de Managua cardenal Brenes declaró que la Gritería era uno de los aspectos fundamentales de la cultura de Nicaragua, pero que el culto a la Inmaculada Concepción es una fiesta litúrgica de la Iglesia católica a nivel mundial y que no puede pertenecerle a un país determinado.
La neutralidad del Estado es indispensable para la libertad en materia religiosa y para garantizar la práctica de los cultos religiosos. No debe ser objeto de politiquería atrabiliaria.
Silvio Avilez Gallo.
Nuevos y viejos retos del VIH
Cada primero de diciembre la Organización Mundial de la Salud (OMS) y sectores afines hacemos un llamado a la conciencia pública contra la pandemia que constituye la principal causa de muerte en personas de 13-59 años de edad, con más de un millón de muertes anuales y 2.1 millones de nuevos diagnósticos de infección.
En el 2017 se levanta el lema “Mi Salud, Mi Derecho” a fin de movilizar a la humanidad a luchar contra una epidemia destructiva que ha arrebatado más de 25 millones de vidas en 36 años que lleva su detección, catalogada como una “nueva lepra”, originando rechazos, discriminaciones y ataques de todo tipo a enfermos, familiares y personal de salud.
El Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) tipo 1 es un retrovirus humano que infecta los linfocitos T y otras células de defensa que tienen un marcador de superficie llamado CD4. Esta infección baja los niveles de linfocitos de la sangre CD4, así como las respuestas inflamatorias que nos protegen de agentes agresivos.
El resultado de la infección por VIH consiste en producir una caída de las defensas que es el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (sida) que se va a manifestar en agresivas infecciones y tumores malignos.
La situación es comparable a un país que no posee fuerzas militares de defensa, aduanas, seguridad sanitaria y otras autoridades lo que facilita la destrucción de antisociales.
La trasmisión de esta enfermedad continúa siendo a través del contacto sexual sin la debida protección y por vía sanguínea, como ocurre en la mujer embarazada que infecta a su hijo en el vientre o los drogadictos que comparten jeringuillas.
En el mundo se diagnostican cada año 2.5 millones de nuevos casos, nuestro país aporta la “cuota” de 1,100 nuevos enfermos anuales lo que da el resultado de 11,708 personas que viven con el VIH-Sida, de los cuales el 33.17 por ciento (3,884) están recibiendo el Tratamiento antiretroviral. (TAR).
La epidemia no se detiene y hay que hacerla coincidir con la lucha que el mundo lleva a cabo de cumplir los llamados Objetivos del Milenio para el 2030. No hay un solo objetivo que no esté vinculado con los esfuerzos de salud pública de garantizarle el derecho a la salud para todos, eliminar la discriminación y todo tipo de desigualdades.
En especial se hace un llamado a recordar que estas metas de garantizar derechos universalmente reconocidos (ius cogens) deben cubrir y proteger siempre a quienes han sido tradicionalmente marginados como las trabajadoras sexuales, usuarios de drogas intravenosas, hombres que tienen sexo con hombres (HSH), prisioneros y migrantes de todo tipo.
El HIV-Sida continúa y continuará siendo un desgarrador tema de salud pública y social a nivel mundial por que en el mundo 36.7 millones lo padecen, de los cuales 18.2 millones reciben TAR, comparado con 7.5 millones en el 2010.
Las tareas de prevención continúan siendo de primer orden, la meta es que en el año 2030 podamos tener cero nuevas infecciones, cero discriminación y cero muertes.
Vicente Maltez Montiel.
El juego del caudillo liberal
Comienzo esta misiva con mi más profundo pésame por la transformación del PLC, el partido que fue la esperanza para la mayoría de los nicaragüenses, hoy convertido por el doctor Arnoldo Alemán y sus cercanos, en el enterrador de la misma para quienes engaratusados por ese segundo lugar obsequiado por su socio, creyeron poder aprovecharlo para luchar por el bienestar de sus municipios.
Me indigna ver cómo Alemán juega con las ansias de cambio de los municipios administrados por su compinche, reservándose el derecho, al igual que su socio, el dictador de turno, de nombrar de dedo a los candidatos, importándole un comino la elección de las personas que las bases municipales realizaron, por diferentes métodos democráticos, para postularlas al cargo y hacer una verdadera competencia por la Alcaldía a su socio, llegando a sustituir, sin previo aviso a esas bases, a candidatos ya inscritos ante el Consejo Supremo Electoral y poniendo en su lugar a amigos serviles a pesar de la antipatía que estos personajes tienen entre sus coterráneos.
Para Alemán, al igual que para la mayoría de los dirigentes políticos de Nicaragua, y para nuestra desgracia, las candidaturas son cosas de fidelidad y servilismo sin importar que un personaje sea visto en nuestro pueblo como un cobarde que en su momento entregó la Alcaldía limpiamente ganada al sandinismo, conformándose con una concejalía que utilizó solo para beneficios personales.
Queda claro que si al partido del doctor Alemán no le interesa ganar elecciones nacionales, mucho menos le interesa cambiar el rumbo de un municipio ganando elecciones municipales y que la inscripción de candidatos blandengues es con el fin de allanarle el camino a los candidatos de su socio y hacer de estas un mero trámite para asegurar su participación en las próximas nacionales y así conseguir en la Asamblea el curul de su esposa, el de su hija en la Contraloría y el de tantos serviles en puestos claves que hoy nos tienen a todos en esta situación.
Comprendí que Wilfredo Navarro entendió que estar con Alemán es igual a estar con el dictador. Por eso dejé de criticarle y lo reconozco como una persona con dignidad que uniéndose abiertamente al sandinismo ha dejado espacio para que la verdadera oposición, no la ficticia y corrupta como la de Alemán, forme un bloque sin caudillismo y encause nuestros deseos de acabar con tanta mafia política.
Si no lo hacen en Managua, desde el municipio menos esperado saldrá esa fuerza.
Francisco Javier Gutiérrez Lagos.