Este año no hubo huracanes que golpearan el país, pero si lluvias torrenciales que demostraron, otra vez, la vulnerabilidad del territorio ante la naturaleza y los desastres.
Para atender las afectaciones que provocó la emergencia, la Asamblea Nacional aprobó 31.1 millones de córdobas más para el Sistema Nacional de Prevención, Mitigación y Atención de Desastres (Sinapred).
Este miércoles 6 de diciembre pasado fue aprobada la reforma al Presupuesto General de la República 2017, donde se solicitó más dinero para el Sinapred y otros ministerios, teniendo como motivos las afectaciones al país por las lluvias generadas por la tormenta Nate.
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En total, el Sinapred recibirá en este año 114.6 millones de córdobas, pero el problema es que el país sigue apostando por la atención ante emergencias, pero invierte poco en la prevención de desastres naturales.
Alejandro Alemán, oficial de cambio climático del Centro Humboldt, explicó que el tema de gestión de riesgo y cambio climático va ir adquiriendo un mayor nivel de prioridad y mayor peso dentro del presupuesto, debido a la necesidad de atender eventos inesperados, como huracanes y de otro tipo, como sequías.
De acuerdo con datos del Marco Presupuestario de Mediano Plazo 2017-2020, el Sinapred había destinado para la prevención de desastres en el 2017, 16, 349 córdobas, mientras que para la atención de desastres fueron 30,983 córdobas y la proyección para el 2018 en este mismo programa sería de 32, 495 córdobas y mucho menos para prevención (13, 979 córdobas).
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Estos datos más allá de la repartición presupuestaria muestran una apuesta para atender las emergencias, pero no tanto por la prevención, que de acuerdo con Alemán, estimaciones realizadas por el Banco Mundial, por cada dólar que se invierte en prevención se ahorra diez en atención, puesto que la atención a emergencias implica, en muchos casos, volver a reconstruir ciudades o hasta países.
Países no se hacen responsables
Según Alejandro Alemán, oficial de cambio climático y Denis Melendez, facilitador de la Mesa Nacional para la Gestión de Riesgo, la degradación ambiental, en especial, la pérdida boscosa es un agravante que incide en una mayor vulnerabilidad del país ante los fenómenos naturales. Sin embargo, Alemán sostiene que es muy importante que los países desarrollados reconozcan su cuota de responsabilidad respecto al cambio climático, que es un elemento que intensifica fenómenos naturales.
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