Tres funcionarios del Ministerio de Gobernación mantienen retenida en un hotel de Managua a la madre del migrante camerunés que fue asesinado el pasado 29 de septiembre en un enfrentamiento con miembros del Ejército y la Policía en el puente Las Lajas, en Rivas. “Nicaragua es libre y soberana, y decide sobre los nacionales y los extranjeros cómo y dónde se pueden mover”, dijo Julián Torres, funcionario de Gobernación, que estaba en el lobby del hotel.
La camerunesa Atanga Mary Frinwie, quien exige que el Gobierno de Nicaragua le entregue el cuerpo de su hijo, y su acompañante Tchamani Joseph Magloire tuvieron que salir la noche de este viernes del hotel donde estaban porque ya no había habitaciones disponibles. Al trasladarse a otro hotel notaron nuevamente la presencia de funcionarios del Ministerio de Gobernación que, aseguran, los vigilan desde su llegada a Nicaragua.
La mañana de este sábado, cuando intentaron dejar el hotel para moverse a uno más económico, los tres funcionarios de Gobernación que se encontraban en el lobby les impidieron la salida. “Ni relaciones diplomáticas con su país tenemos. Estamos en Nicaragua y se van a someter a la legislación y a las leyes de Nicaragua”, dice uno de los funcionarios en un video grabado por la camerunesa, madre de Mbang Atanga Azehfor, de 23 años.
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“Nos tienen como prisioneros. No tenemos libertad para movilizarnos. Nos dijeron que estamos bajo la legislación de ellos y que pueden hacer lo que quieran”, dijo Magloire.
Al preguntar a los funcionarios de Gobernación por qué se le impedía la libertad de movilización a la camerunesa y su acompañante, uno de ellos, identificado como Julián Torres, aseguró que “Nicaragua es libre y soberana, y decide sobre los nacionales y los extranjeros cómo y dónde se pueden mover”.
Luego insistió en que no estaban retenidos y que ellos solo cumplían con protegerlos, pero dejó en claro que no podían movilizarse si no era con ellos. “Ellos quieren llevarnos al otro hotel, pero nosotros andamos nuestro dinero, queremos irnos en taxi, y nos dijeron que no, que no podíamos salir. De hecho, cuando intenté salir, enllavaron el portón”, aseguró el acompañante de Frinwie.
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“Que ellos ofrezcan ayuda es una cosa y que nosotros decidamos aceptarla es otra. Decir que no y que nos impidan salir no es ayuda, es obligarnos a hacer algo. Nosotros venimos aquí con un propósito: recuperar el cuerpo y saber por qué lo mataron”, dijo Frinwie.
Ejército: Versión ya fue dada
El Cuarto Comando Militar Regional del Ejército de Nicaragua no ha brindado más detalles sobre las circunstancias en que fue ultimado el migrante africano originario de Camerún, Mbang Atanga Azehfor, la madrugada del 29 de septiembre, en un retén militar en el sector de La Virgen, Carretera Panamericana Sur.
Al respecto el coronel Alberto Larios, jefe del Cuarto Comando Militar Regional, refirió que no podía referirse al caso. “No he leído LA PRENSA, no te puedo decir nada al respecto. Y sobre la muerte del migrante hubo un comunicado oficial de nuestros mandos superiores, ya se dijo una versión oficial de cómo se dieron los hechos, buscá las instancias correspondientes a nivel superior del Ejército, como relaciones públicas”, se limitó a decir el mando militar regional del sur. Relaciones Públicas del Ejército no ha respondido consultas al respecto.
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Se trató de obtener la versión de la Policía de Rivas, pero en el portón principal se nos dijo que el jefe departamental de la Policía de Rivas, comisionado mayor Yuri Valle, no se encontraba en la sede policial.
La muerte del migrante ilegal de origen africano Mbang Atanga, de 23 años, a manos del Ejército de Nicaragua y la Policía Nacional en septiembre de 2017, cuando este iba de tránsito por este país hacia Honduras; así como la falta de explicación por este hecho a su madre Atanga Mary Frinwie, de parte de las instituciones estatales, es una muestra más de la violación a los derechos humanos de los migrantes y de la intransigencia de las autoridades en Nicaragua al respecto, dijo Álvaro Leiva, de la Asociación Nicaragüense Pro-Derechos Humanos (ANPDH).
Represión a migrantes
El defensor de derechos humanos Álvaro Leiva recordó que en el 2015 el Gobierno de Nicaragua reprimió con el Ejercito y la Policía a unos 3,000 migrantes ilegales cubanos y africanos en la frontera sur con Costa Rica, violando sus derechos humanos que están instituidos en instrumentos internacionales ratificados por Nicaragua. “Esta situación la expusimos en el 159 período ordinario de sesiones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), donde el Estado de Nicaragua no compareció. El caso del africano es una evidencia más de estas violaciones”, dijo Leiva.