La primera dama y vicepresidenta designada por el poder electoral, Rosario Murillo, llamó a fortalecer la unidad sandinista y a hacer alianzas de cara a las elecciones presidenciales de 2021, en un mensaje enviado a la militancia del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), doce días después de los comicios municipales del pasado 5 de noviembre; los mismos que se caracterizaron por la violencia política y las irregularidades en el proceso de votación.
Durante el proceso de elecciones municipales también se hizo evidente la inconformidad de las bases sandinistas, por la imposición de candidatos a alcaldes, principalmente candidatos a la reelección.
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“He estado conversando con todos ustedes y creo que no hemos entendido cabalmente las urgencias de este momento. Nosotros ganamos esta elección con un 52 por ciento de participación, confirmado por la Misión de Acompañamiento de la OEA (Organización de Estados Americanos), y tuvimos 153 municipios para las Alcaldías…”, expresa el documento al que tuvo acceso LA PRENSA y que estaba dirigido a los secretarios políticos del FSLN; al Gabinete de Gobierno; al presidente de la Asamblea Nacional, Gustavo Porras; a la bancada sandinista y a los medios de comunicación oficialistas.
Énfasis en alianzas locales
Murillo expresó la necesidad de hacer alianzas a nivel local, para fortalecer “en todos los sentidos” el proyecto que el gobierno de Daniel Ortega denomina “cristiano, socialista y solidario”.
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El sociólogo Óscar René Vargas opinó que Murillo está previendo que la oposición pueda crear una “amplia alianza”, por lo tanto necesitan mantener las alianzas municipales con los “zancudos locales”, en alusión a los grupos y partidos políticos que han participado en los últimos procesos electorales, bajo las condiciones que impone el sistema electoral controlado por los sandinistas.
El poder electoral comenzó a perder credibilidad en las votaciones municipales de 2008, que fueron calificadas como el fraude mejor documentado por las organizaciones de observación electoral nacional.
El año pasado Ortega se reeligió por segunda vez consecutiva, de la mano de su esposa Murillo como vicepresidenta, en un proceso electoral que se caracterizó por la falta de participación ciudadana y la exclusión de la oposición, lo que fue considerado por los críticos como la instauración de una dinastía.
“Necesitan aliados”
Según Vargas, Murillo reconoce en este mensaje “que necesitan de los zancudos para darle legitimidad al poder autoritario”, lo cual Vargas ve como la “estrategia” de cara a 2021.
“Es clave comprender que estas alianzas que vamos forjando hoy son determinantes para mañana. Es imprescindible comprender que vivimos tiempos de victorias”, expresa Murillo en el mensaje escrito.
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Vargas valoró que estas alianzas no se limitan a lo político, sino a los aliados en el ámbito empresarial, religioso, pastores, deportistas, maestros “que juegan un papel a nivel local” y “con el objetivo de tejer un cuerpo social que acompañe al partido de gobierno”, ya que Murillo llama a “forjar alianzas a nivel local en todos los espacios; con productores, emprendedores, empresarios, inversionistas, cooperativas, trabajadores del campo y la ciudad…”.
Incrementará la represión
Por otra parte, Vargas proyecta que esta nueva estrategia incrementará “la represión con los sectores que reclaman sus derechos democráticos”.
“Va a existir coqueteo con los zancudos de todos los sectores y represión a los movimientos sociales independientes, progresistas, mujeres, mineros, trabajadores, etcétera”, afirmó el sociólogo.
Desde que Ortega regresó al poder en 2007, ha limitado y reprimido las protestas sociales y políticas.
Rosario Murillo “subestima la inteligencia de las personas”
El sociólogo Cirilo Otero opinó que el mensaje de la primera dama y vicepresidenta designada por el poder electoral, Rosario Murillo, es “un texto plagado de contradicciones en lo ideológico, político, partidario y social”.
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“Pareciera que le está hablando a personas que se encuentran dormidas, zombi, sobre la realidad nacional. Personas que no viven en el día a día nicaragüense”, opinó el sociólogo.
Otero también valoró que “subestima la inteligencia de las personas que integran el partido sandinista. Piensa que estas personas no comprenden, ni diferencian la realidad del pensamiento y la expresión oral de Rosario Murillo”.
Para el sociólogo, las palabras de Murillo denotan “desesperación” y “urgencia” en su llamado a la unidad sandinista y alianzas con todos los sectores.
Además, considera sus palabras contradictorias, porque deja el trabajo de la promoción de las ideas en las manos de los medios de comunicación, pero “ella misma no deja a los medios desarrollarse”, porque “los limita, los controla diariamente”.