En su discurso de cierre de la sesión legislativa del 2017, el presidente y diputado sandinista designado, Gustavo Porras, dejó claro que no hay separación de poderes en Nicaragua, al reiterar que en la Asamblea Nacional se trabaja conforme la agenda del Ejecutivo.
“Tenemos el trabajo, la gran misión que nos ha encomendado el pueblo y con el presidente de la República al frente, con el Comandante Daniel Ortega al frente y con la compañera Rosario Murillo al frente de construir una Nicaragua para todos, con tranquilidad, con libertad y con opción por cada uno de los nicaragüenses”, dijo Porras al terminar su informe de gestión anual.
Porras es además secretario general del Frente Nacional de los Trabajadores (FNT), brazo sindical del gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y uno de los fieles a la pareja presidencial.
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Porras fue nombrado presidente de la Asamblea el 9 de enero pasado y ha sometido a ese órgano a los intereses de Ortega, pues solo las leyes que envía el Ejecutivo son las que se aprueban. Prueba de ello es que las 25 leyes aprobadas en el año fueron propuestas por Ortega.
El FSLN controla el parlamento nacional con 70 diputados, pero el resto del PLC, PLI-ALN, el Conservador y el de Apre le respaldan en todas las decisiones. Porras avaló que hay consenso entre todas las bancadas ya que las leyes y decretos enviados por el Ejecutivo se aprueban por mayoría.
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LA PRENSA/O. NAVARRETE
Respaldo al Ejército de Nicaragua
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Gustavo Porras, presidente de la Asamblea, aprovechó su discurso del cierre de la legislatura para expresar su respaldo al Ejército de Nicaragua en momentos en que enfrenta un repudio de organizaciones de la sociedad civil por la masacre de seis personas, dos de estas menores de edad, en el municipio de la Cruz de Río Grande, en el Caribe Sur. “Nuestras (Fuerzas) Armadas nos dan en su modelo, en conjunto con nuestro pueblo, esta seguridad y esta tranquilidad de la cual gozamos hoy”, expresó Porras.
