¿ Adónde va Nicaragua?
Al ver la foto de Elea Valle en LA PRENSA del 16 de diciembre, dudo que alguien pueda quedarse insensible ante el dolor de madre que se ve en los ojos de esta señora. ¿Cómo es que en Nicaragua llegamos a estas atrocidades? ¿Acaso estamos en lo que parece ser una Nicaragua nazi? Esta señora tiene derecho a enterrar a sus hijos dignamente, lo que leo es que la Policía ni le otorgó el derecho de hacer ataúdes.
Todo el relato de LA PRENSA sobre la masacre se puede comprender que fue torpeza de la Policía. ¿Es la Gestapo nicaragüense? ¿Tenemos a la SS en la Policía? No, ¿pero adónde va Nicaragua? ¿Adónde está la justicia? ¿Adónde la democracia?
Vamos cayendo más y más en un hoyo profundo de ilegalidades. Hombres o mujeres que vean y lean este relato no pueden quedarse sin alzar su voz. Hay que pararse recto ante semejantes atrocidades. Hay que enfrentar la injusticia que se ha hecho contra estos menores de edad. No nos quedemos callados. Pidamos al señor Presidente Daniel Ortega y a la Vicepresidente Rosario Murillo que intervengan en este caso. Pues ellos tienen el mando y que sirva para hacer justicia y que esta señora al menos pueda calmar su dolor enterrando dignamente a sus seres queridos.
Léonie Suhr.
No nos dejemos engañar
Aproximadamente hace unas semanas se publicó en este mismo periódico LA PRENSA una noticia que me conmovió, y trajo a mí como torbellino una serie de recuerdos, de lo que leemos todos en secundaria sobre la historia de nuestro país, nuestra amada Nicaragua.
La noticia se relataba desde su título “Hay muertes en la montaña que no son investigadas”, dichas muertes, según el artículo, tenían una característica en común los muertos o fueron miembros de la Resistencia Nicaragüense, o se habían declarado alzados en armas contra el gobierno, en ese momento y como muchos jóvenes no sabía mucho al respecto de esa noticia, pero me llamó mucho la atención, muchas preguntas brotaron de mi mente, la principal: ¿Cómo es que el Ejército está involucrado en algo así? Se supone que instituciones como el Ejército están al servicio de la nación y por ende los ciudadanos; con empatía, decepción y perseverancia por saber más de la noticia, hice uso del internet por una obligación no académica ni de entretenimiento, como en pocas ocasiones lo había hecho hasta al momento, y lo que encontré me terminó de decepcionar.
Durante este año esa no era la primera noticia sobre el tema y es que muchas noticias anteriores ya habían abordado temas relacionados, los títulos eran impactantes, y las noticias describían diferentes acontecimientos que se relacionaban entre sí con “características en común”: muertes, grupos armados y la involucración del Ejército de Nicaragua, sin embargo ninguna ofrecía esclarecimientos de los hechos por declaraciones del Ejército.
Sinceramente no me sorprende que se repitan acontecimientos como este en nuestro país, pero actualmente existe algo que hasta donde sé no se había manifestado y es la falta de importancia que le damos los ciudadanos a estos acontecimientos, en especial el pueblo joven, el vigor de país se ha perdido, desconozco a mi pueblo tan sumiso y tan callado, y me avergüenza sin ánimos de despreciar al hermano campesino, que sea el nuevamente como reiteradas veces, quien no se conforme con las dictaduras que ha sufrido y que sufre nuestro país.
“El pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla”. Jóvenes, ¿qué estamos haciendo con nuestra juventud? Pasar el tiempo viendo “memes” no mejorará nuestro futuro, quizás criticar tampoco, pero lo segundo estimula el órgano más complejo; ¡Despertemos!, si nos ofrecen entretenimiento es por tener desocupada la mente, ocupémosla, leamos historia, veamos noticias, no permitamos que nos subestimen, tenemos más actividades que desempeñar que solo permanecer en la indiferencia.
El hermano campesino ha dejado de producir nuestros alimentos para desempeñar el papel de nuestros salvadores y nosotros en agradecimiento les damos la espalda. ¿Por qué tiene que ser así? ¿Por qué no es al revés? ¿Por qué no les pedimos sus rifles para cargar a cuestas nuestro porvenir?
No nos dejemos engañar, quiero ejercer la libertad de pensamiento manteniéndome alerta y despierta, no quiero wifi en las rutas, quiero un asiento disponible, no quiero parques extravagantes para los niños, quiero mejor educación, no quiero que me regalen nada, quiero un trabajo digno con el que pueda ganármelo por mí misma, no quiero más violencia, quiero que los manifestantes puedan marchar en paz, no quiero que bajen los estándares de educación superior, quiero que superemos los estándares, pero sobre todo quiero a mi generación despierta y de pie.
Elixandra Raquel Romero Elizabeth.
El buen vivir
Actualmente, vemos que se habla mucho sobre lo que es el desarrollo, en especial el desarrollo sostenible; sin embargo, existe una propuesta alternativa a todo lo conocido referente al desarrollo que nace del mundo indígena y se conoce como el Buen Vivir. Esta propuesta se extiende al pensamiento crítico latinoamericano y llega hasta los debates contemporáneos como un paradigma que se ha retomado para superar los retos que enfrenta la humanidad en el siglo XXI, bajo el contexto social que vivimos, de un mundo cada vez más globalizado con problemas persistentes como la pobreza, la desigualdad y la destrucción de los recursos naturales.
El Buen Vivir viene de las palabras indígenas “sumak kawsay”, en quechua, y “suma qamaña”, en aymara, que significan vivir en plenitud y en armonía con la sociedad y la madre tierra; a la que pertenecemos. Para que esto sea posible, se debe regir a la naturaleza y a la sociedad bajo dos principios: primeramente, en armonía con los ciclos de la madre tierra, la vida y la historia; y segundo, en equilibrio con todas formas de existencia, aquí se debe tomar en cuenta naturaleza como un como un sujeto y no un objeto.
Desde el 2008, este concepto, el Buen Vivir, se encuentra en las constituciones de Ecuador y en Bolivia, desde el 2009. Es preciso que se tome de ejemplo el actuar de estos países, ya que al integrar este paradigma a la constitución ha incrementado el bienestar en su población y eso es justo lo que Nicaragua necesita, fomentar el bienestar a la población para incrementar su desarrollo de forma sostenible y en armonía con la naturaleza.
De esa manera, Nicaragua, país en vías de desarrollo, debe incluir pautas del buen vivir, como: el aumento de la vida austera, contabilidad ambiental y reformas fiscales, estrategias de decrecimiento sostenible y fomentar la producción local. Cada uno de estos puntos están alineados a la problemática actual de Nicaragua, problemáticas que no se han podido erradicar, como son la inequidad de género, la poca concientización del ambiente y el bajo de consumo nacional.
Nicaragua, con el Gobierno actual, ha querido introducir constructos colectivos a cara del bien común, pero en sus intentos fallidos la población lo ha hecho chiste y han declinado de su importancia. El buen vivir debe ser implementado en la sociedad, como un plan principal no alterno, que debe ser impartido desde las escuelas, los niños deben empatizar con este tipo de paradigma para que al ser adultos sean capaces de poner en práctica todo ese conocimiento.
Asimismo, este tema debe tomar un sentido colectivo, como lo fueron las luchas de la guerrilla, los jóvenes no iban por imposición, sino por voluntad propia, por un sentido nacional y de pertenencia a la causa. Partiendo lo anterior, vale preguntarse: ¿de qué manera podemos transmitir un mensaje colectivo a las nuevas generaciones, el cual movilice por la defensa y soberanía de los territorios, o, dicho de otro modo, por incorporar el Buen Vivir?
Regina Moya.
