Luis Suárez y Lionel Messi volvieron a marcar y decidieron el clásico de la liga española en favor del Barcelona, que venció este sábado 3-0 en cancha del Real Madrid y prácticamente descartó al acérrimo rival de la lucha por el título.
Los azulgranas cierran el año como líderes del campeonato con 45 puntos, 14 de ventaja sobre el cuarto clasificado Madrid, que tiene un partido pendiente contra el vecino Leganés correspondiente a la 16ta fecha, aplazado en su momento por la disputa del Mundial de Clubes que conquistó el pasado sábado.
El capitán Sergio Ramos recibió el trofeo ante la afición blanca en los prolegómenos del clásico, pero el ambiente festivo acabó en funeral para los seguidores blancos, que vieron como el uruguayo Suárez y el argentino Messi decantaron nuevamente la balanza con sus goles 15 y 10 en el campeonato, respectivamente, y el Madrid acababa con un jugador menos.
Suárez abrió el marcador a los 54 minutos gracias en parte al poder de atracción de Messi sobre la defensa rival, y el rosarino participó también de la acción que provocó el penal convertido por él mismo a los 64, y que derivó en la expulsión de Dani Carvajal.
El tanto definitivo, obra de Aleix Vidal en los descuentos, también lo fabricó Messi con una escapada y asistencia de lujo para rubricar otra excelente actuación en el estadio Santiago Bernabéu.
El técnico madridista, Zinedine Zidane, sorprendió al dejar en la banca al talentoso Isco Alarcón, decantándose por Mateo Kovacic en el once titular, pese a que el serbio no había jugado de arranque en este campeonato.
En el Barsa no estuvieron ni el zaguero Samuel Umiti ni los delanteros Ousmane Dembélé y Paco Alcácer, todos lesionados, y al equipo de Ernesto Valverde le costó sintonizar el partido, proclive a caer en fases de desconexión ante la presión avanzada del Madrid, que generó varios sustos en el periodo inicial.