Ingrid Darce, medallista en Taekwondo, 17 años.
¿Qué comida no puede rechazar?
El vigorón.
¿Qué la hace enojar?
Indisciplina o mala organización.
¿Se identifica con alguna caricatura?
Siempre me gustó Mulán.
¿Un libro?
Sofía de los presagios, de Gioconda Belli.
¿Qué lugar en el mundo se muere por visitar?
Hawaii, Jamaica o Argentina.
¿A quién reviviría?
A Sandino.
¿Un momento vergonzoso?
Pegarme contra una puerta de vidrio (ríe). Muchas veces.
¿Qué olor le recuerda a su infancia?
Arroz a la valenciana por mis piñatas y las flores blancas de madroño que se ponen para las Purísimas.
¿Superhéroe favorito?
Wonderwoman.
¿Qué tan buena es cocinando?
Del uno al diez, un siete.
Si solo pudiera salvar un objeto de su casa en un incendio ¿cuál sería?
Una medallita de la Virgen de Guadalupe que me regaló mi abuela o una medalla, la que más me ha traído recuerdos.
¿Cuál es?
La de los Panamericanos, es de bronce. O la de Managua 2017.
¿Con quién le gustaría quedar atrapada en un ascensor?
Con mi mamá, seguro lo arregla.
Si fuera una condenada a muerte, ¿cuál sería su última comida?
Fritanga.
¿Qué superpoder le gustaría tener?
Teletransportación.
¿Cuál sería el último concierto de su vida?
Soda Stereo.
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