Su sabor amargo, su aroma estimulante y su cuerpo oscuro son el “buenos días” para el cuerpo de miles de nicaragüenses cada día. El café se cultiva en al menos 70 países y Nicaragua tiene una geografía particularmente privilegiada para este producto. Las elevaciones del país, el clima tropical húmedo y los suelos ayudan a que aquí se logre exportar bolsas de café molido o grano entero de calidad superlativa. Acompáñenos en este paseo gráfico con postales de una de las rutas del café pinolero, al norte del país, y aprenda un poco de la producción cafetera.
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En el campo, la siembra, cosecha y selección del café son actividades de familia. Los protagonistas de esta imagen comparten los mismos apellidos y todos ayudan, en mayor o menor medida, en el negocio cafetero, que no paga del todo bien a los recolectores.
Denis Rodríguez Zúñiga es productor de café gourmet (café de altura) en la comunidad La Jungla, más precisamente en la finca Las Cumbres, 25 km al norte de Jalapa y a 325 km de distancia de Managua. Aquí el café se cultiva a 1,500 metros sobre el nivel del mar.
El curado o la selección de granos para la posterior venta también consta de dos variantes. Si los granos se secaron al sol se elimina totalmente la cáscara seca del fruto; si los granos se procesaron con el método húmedo, se retira la cáscara de cada grano. Aquí trabajadores de la hacienda Las Nubes, en Jinotega, curan su cosecha.
Tras la siembra y cosecha, el tercer paso de producción del café es el procesamiento, que puede hacerse en seco o en húmedo. Aquí una trabajadora extiende los granos en vastos campos para que se sequen al sol. En el proceso húmedo se separa la pulpa del fruto y después el grano se seca con la cáscara “pergamino” que lo rodea.
En el campo los niños se involucran desde temprano en las mismas actividades de los padres. Aquí dos infantes curiosos están presentes durante una selección de granos.
En las alturas de las fincas cafetaleras los jornaleros acumulan los quintales de café para que camiones los lleven a las ciudades. El grano se despide de su zona y saluda al comercio. De cada 10 quintales de café producidos, uno se queda en Nicaragua, para consumo interno. Y de eso, alrededor de 0.5 por ciento se usa en cafeterías que trabajan con grano de primera calidad.
Las tierras altas son elementales para el cultivo del café. Se busca que las fincas estén arriba de 1,000 metros sobre el nivel del mar. En Nicaragua la cosecha cafetalera comienza en octubre y se extiende hasta los primeros meses del siguiente año. El fruto se corta cuando está rojo encendido.