Los rótulos que prohíben estacionarse alrededor del mercado Oriental se convirtieron en un adorno de la zona porque los compradores y mismos comerciantes desafían la disposición al poner sus vehículos en las calles, complicando la pasada, más si es por una emergencia.
La desobediencia, que se aprecia en cualquier calle que conduce a los accesos del centro de compras, es porque la Policía Nacional ha dejado de patrullar la zona y la grúa que atemorizaba a los conductores ya no ronda.
“Es difícil que pongan orden en el Oriental”, dice Juan Treminio, vendedor informal del mercado que nació en 1943 y que la última vez que se quemó fue a mediados de mayo pasado.
Fue por esa tragedia que la Alcaldía de Managua, a través de la Corporación Municipal de Mercados de Managua (Commema), se propuso reordenarlo. Esto empezaría con despejar las vías peatonales y vehiculares, y luego se extendería con dividirlo en cuatro partes. Pero han pasado siete meses y no ha habido tal cumplimiento.
El barrio Los Ángeles y el sector de El Calvario son las zonas donde en esta época de Navidad y Fin de Año más se ven vehículos estacionados, que a la hora de un incendio sería imposible penetrar para sofocar las llamas antes que se propaguen a otros tramos.
Mala experiencia
La madrugada del 14 de mayo de 2017 se quemó por última vez el mercado Oriental. Un cortocircuito se propagó por un radio de 6,400 metros cuadrados y afectó 208 tramos, que todavía no terminan de construirse.
No deja de crecer
El mercado Oriental se creó en 1943 y constó de dos galerones que no ocupaban ni dos manzanas de tierra. Actualmente, según la Corporación Municipal de Mercados de Managua (Commema) tiene una extensión de 140 manzanas.
Al norte colinda con la Carretera Norte, al este con el barrio Los Ángeles, al sur con Campo Bruce y al oeste con el barrio 19 de julio.