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Urania Ruiz

Evitemos excesos alimenticios

Diciembre es un mes muy especial por las diferentes celebraciones tradicionales de la época, invitaciones, fiestas hogareñas o en sitios de diversión, dada la disposición de recursos y vacaciones de fin de año. Esta condición trae consigo abundantes oportunidades para ingerir deliciosos platillos, postres, dulces y diversas bebidas, que contienen más calorías y grasas saturadas, en mucho de los casos fuera de la rutina alimenticia y cantidad acostumbrada.

Este exceso en el consumo, sin dejar de mencionar la carga de estrés en las personas por la propia dinámica del periodo, puede afectar el disfrute pleno de estas celebraciones y por supuesto la salud misma, debido a que el sistema digestivo es recargado, siendo esto la causa de muchos malestares y enfermedades.

Por ello es importante recordar que la digestión es un proceso en el cual se involucran los diferentes órganos que integran el sistema digestivo, sin embargo es en el estómago donde se lleva a cabo la mayor parte de este proceso, dada la importante función que realiza al obtener los nutrientes que pasan al torrente sanguíneo y también permitir el vaciamiento gástrico para que el bolo alimenticio pase al intestino.

Todo este proceso de degradación de los alimentos, demanda de mayor flujo sanguíneo a la zona, por eso resulta de utilidad conocer del mismo, manejar el tiempo que tarda el estómago en digerir los alimentos y saber que los tiempos de vaciamiento gástrico promedio son entre cuatro y seis horas, siendo recomendable dejar pasar el mismo número de horas entre una comida y otra.

Asimismo, es importante tener presente que comer en exceso no es alimentarse bien. La alimentación buena y saludable consiste en ingerir una variedad de comestibles que brinden los nutrientes para mantenerse sano, sentirse bien y obtener energía. Estos nutrientes incluyen las proteínas, los carbohidratos, las grasas, el agua, las vitaminas y los minerales.

Por naturaleza todos tenemos un sistema de alerta que indica cuando algo está mal, actúa como un motor que trabaja con la energía que producen los alimentos que ingerimos. Si nos empeñamos en recargar el sistema digestivo, independientemente de los tipos de alimentos o bebidas consumidas, no es de extrañar que se produzcan problemas de funcionamiento en algún órgano del cuerpo, por ello se debe comer y beber moderadamente, complementado con una actividad física, para mantenerse fuerte y saludable.

Con mayor razón, si se tiene antecedentes, diagnóstico de alguna enfermedad o se está en tratamiento, la buena alimentación es esencial en esta época, pues lo que comes puede influir en tu sistema inmunológico, estado de ánimo y nivel de energía.

Los seres humanos, al igual que el resto de los seres vivos, necesitamos, además del agua que es vital, una variada y equilibrada alimentación que es fundamental para la vida, pero que muy pocos ponemos en práctica.

No olvidemos, si bien la atención en salud es un derecho, la salud es una responsabilidad personal, hay enfermedades propias de la época que está en nuestras manos prevenirlas, todos estamos llamados a tomar las precauciones para evitar daños a la salud, y así poder enfrentar de manera saludable los retos y desafíos que seguramente nos traerá el año nuevo.
La autora es Jefa de Enfermería de Clínica PROFAMILIA.

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