A tres años que la Alcaldía de Managua empezó la construcción de una amplia ruta alterna de la Carretera a Masaya, a través de Sabana Grande, la vía está prácticamente lista al solo estar en ejecución obras menores en el último tramo de 1.3 kilómetros.
Los trabajos faltantes consisten en colocar tubos de agua potable y crear andenes porque los cuatro carriles ya están revestidos con concreto hidráulico, construido el bulevar y se ha instalado alumbrado público para brindarle seguridad a los conductores por las noches.
Marcos Rodríguez conduce todos los días de Masaya a la capital para ir a su centro laboral y asiente el cambio con este corredor que tuvo un respaldo económico de la Embajada del Japón en la primeras dos etapas y que antes era un intransitable camino de tierra y rodeado de basura.
“En las mañanas me vengo por esta vía alterna y solo en la noche es que me voy por la Carretera a Masaya por miedo a un asalto, pero ahora que están poniendo alumbrado voy a considerar regresar por el mismo lugar, por lo ágil que resulta”, dijo Rodríguez.
Para que fuera funcional la ruta alterna por Sabana Grande, entre la comuna capitalina y el Ministerio de Transporte e Infraestructura (MTI) el año pasado también se reconstruyó el camino de Valle Gothel y Veracruz, hasta empalmar con la rotonda Ticuantepe, en el kilómetro 14.3 de la transitada Carretera a Masaya.
Proyección es conectarse con Carretera Norte
La Alcaldía de Managua, que es encabezada por su secretario general, Fidel Moreno, se ha propuesto prolongar la ruta alterna de Sabana Grande hasta conectarla con la prolongación de la Pista Larreynaga y que esta última termine en la Carretera Norte.
Pero al menos en el corto plazo esto no ocurrirá porque en el Plan de Inversión Anual (PIA), que se desprende del Presupuesto de Ingresos y Egresos 2018 no aparecen aprobados los fondos que se requieren para empalmar con la Carretera Norte.
Seguridad vial
Al ser una vía donde los vehículos se desplazan al menos en los 80 kilómetros por hora, la Alcaldía de Managua ha construido una vía para la circulación de motos y bicicletas en la parte oeste y en la última fase, donde hay un caserío, se crean andenes peatonales.
Asimismo, se han colocado postes en todo el bulevar de la pista para alumbrado público porque además de no ver con facilidad un hueco por las noches, la oscuridad propicia asaltos al ser desolada.