Ecuador entró este miércoles en campaña para una consulta popular convocada por el presidente Lenín Moreno para dar una estocada política contra el exmandatario Rafael Correa, su exaliado convertido en su principal rival, mediante la eliminación de la reelección indefinida.
Con el oficialismo en crisis por una pugna entre Moreno y Correa, el mandatario planteó que el 4 de febrero se decida sobre una enmienda constitucional para eliminar la reelección indefinida impulsada por Correa (2007-2017), quien vive en Bélgica y volverá al país este jueves para apoyar la opción por el “No”.
Moreno, exvicepresidente de Correa entre 2007 y 2013, promueve dejar sin efecto la reelección indefinida que permitiría a su expartidario regresar a la presidencia en 2021.
El jefe de Estado sostiene que ese mecanismo es una “aberración política” y busca restablecer la reelección por una sola vez, como lo marcaba la Carta Magna de corte socialista en vigencia desde 2008.
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Correa anunció su regresó a Ecuador para hacer oposición al gobierno de Moreno. “Yo voy a mi Patria el 4 de enero, a estar con mis compañeros en esta lucha contra la traición y la partidocracia”, señaló el martes el expresidente.
“Supervivencia política”
El politólogo Santiago Basabe dijo que la consulta “tiene una pregunta que es de fondo y es la permanencia o no, en el corto plazo, del expresidente Correa en la contienda política”. “El retorno de Correa tiene que ver con su propia supervivencia política. Sabe que en caso de no ganar, al menos en el corto plazo su posibilidad electoral va a estar vedada”, añadió.
Moreno —con un 71 por ciento de aprobación a su corta gestión según encuesta de Cedatos— es el favorito para vencer en la consulta. Pero el correísmo, cuyo líder cerró su administración con un 48 por ciento de aceptación, no da su brazo a torcer.
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El excanciller Ricardo Patiño, muy cercano a Correa, escribió en Twitter que el expresidente se quedará los 30 días de campaña en Ecuador “para vencer a la traición y a decir NO a la consulta tramposa e inconstitucional” planteada por el gobierno.
Preguntas en la consulta
Moreno planteó siete preguntas en la consulta, entre ellas la de reestructurar un órgano creado por Correa para designar autoridades electorales y de control, e inhabilitar a condenados por corrupción a participar en política.
Jorge Glas, aliado a Correa, perdió el cargo de vicepresidente la medianoche del martes ante la falta definitiva (por más de tres meses) en el ejercicio del cargo, ya que está en la cárcel desde el 2 de octubre último por recibir sobornos de Odebrecht. En diciembre, un tribunal condenó en primera instancia a Glas a seis años de cárcel por beneficiarse de coimas por 13.5 millones de dólares de la constructora brasileña.
Gobierno “débil”
Basabe, de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) en Quito, expresó que la consulta también servirá a Moreno para “legitimarse políticamente”. “Es un gobierno extremadamente débil, sin una bancada oficialista fuerte en la Asamblea (Nacional), sin un apoyo mayoritario dentro del propio movimiento Alianza País”, creado por Correa para las elecciones de 2006, sostuvo.
El politólogo añadió que Moreno “ha tenido que anclar todo su soporte al apoyo de organizaciones sociales y políticas que se han acercado no por afinidades sino por conseguir expulsar a Correa de la contienda electoral”.
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Correa, quien en diciembre regresó al país para participar en una convención del fracturado partido oficialista, mencionó la posibilidad de crear un nuevo partido y de impulsar una Constituyente con miras a poner fin al mandato de Moreno.
“En países tan inestables como el Ecuador, la posibilidad de una nueva Constituyente y que las reglas de juego cambien, siempre está presente”, advirtió Basabe. Unos 13 millones de ecuatorianos están habilitados para participar de la consulta.