Ahora Byron Rojas reconoce qué tan difícil fue haber perdido la corona. “Soy un ‘Gallito’ realista, si uno no tiene la corona, es mentira que la gente lo sigue viendo igual”, reflexiona, instalado en Matagalpa. Su tierra.
El cambio de año le ha renovado a Rojas la convicción de volver a ser campeón, no para tener la aceptación de la gente, sino porque en mayor rango siente una deuda consigo mismo, porque se sabía que podía proteger el título ante el tailandés Knockout CP Freshmart, pero sucedió lo contrario en junio de 2016.
“Mi mayor anhelo este año es traer la corona de regreso a mis brazos, a mi familia y a mi país”, señala Rojas, con la congoja que a ratos cambia de tamaño, pero que al teléfono se percibe fortalecida.
“Es algo muy duro entender que perdí la corona y con ella se me fue lo mejor. Pero he estado luchando, sigo en pie, no es fácil recuperarse, el tiempo va pasando, sin embargo le doy gracias a Dios porque me he mantenido como retador número uno”, señala.
El excampeón de peso mínimo de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), ha tratado de verse mejor en cada compromiso, renovándose, mientras le toca a la puerta el chance titular que podría darse a mediados de este año.
Motivado
“Antes que esto pase voy a hacer una pelea, de momento creo que voy a regresar al ring en febrero, y la semana que viene me mudaré al gimnasio, el lugar donde se ganan las peleas”, apuntó.
A veces las situaciones adversas se convierten en una fuente certera de motivación, y el hecho de que Nicaragua no tenga un campeón en este momento, ha llevado a Rojas a querer ocupar el podio más rápido, tras lo sucedido con Román González y más reciente con Carlos “Chocorroncito” Buitrago.
“Hay una sequía de campeón en un país de boxeo, estamos pasando un momento oscuro, pero el mensaje que envío es que voy a luchar para recuperar la corona”, agregó.