El Gobierno continuó reduciendo la tasa de desempleo en Nicaragua. Según sus números, hasta el tercer trimestre de 2017 solo el 3.6 por ciento de los nicaragüenses está desempleado, 0.2 puntos porcentuales menor con relación al trimestre anterior (3.8 por ciento), según información publicada y elaborada por el Instituto Nacional de Información de Desarrollo (Inide).
En el país hasta septiembre del año pasado el 96.4 por ciento de los nicaragüenses estaba trabajando, pero el 42.5 por ciento lo hacía en el subempleo, es decir que tenían puestos de trabajos precarios y con remuneraciones bajísimas.
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Comparado con la tasa de subempleo del segundo trimestre del año pasado, entre julio y septiembre del 2017 este segmento redujo su participación dentro del mercado laboral y se situó en 43.7 por ciento.
La Encuesta Continua de Hogares (ECH), que aplica el Inide, tomó como referencia 7,460 viviendas a nivel nacional.
Y aunque desde el año pasado el Gobierno decidió nuevamente publicar los resultados de dicha encuesta trimestral, hasta ahora no publica la base de datos que permita a los economistas verificar la consistencia de los resultados de la misma, por lo que dudan de las cifras.
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Además el economista Luis Murillo apunta que estos resultados no reflejan la realidad laboral del país porque más del ochenta por ciento de los empleos se desarrollan en la informalidad, lo que significa que en cualquier momento caen en el desempleo, además que no gozan de los beneficios sociales y condiciones mínimas para el trabajador.
“El problema que existe es la informalidad que tiene la economía, sobre todo la matriz productiva que prácticamente tiene nulo de valor agregado (…) Entonces (la persona) puede estar empleada, pero no goza de muchos beneficios, y en el registro cuando hacen las encuestas sale reflejado como que usted está realizando una actividad económica, pero no necesariamente está en el sector de mayor calidad de empleo”, explicó Murillo.
Participación laboral por género
De hecho, según la encuesta, son las mujeres de la zona urbana las que más predominan en el subempleo, con el 44.6 por ciento frente al 43.4 por ciento de los hombres.
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“En el área urbana, la tasa de subempleo se ubicó en 44 por ciento, experimentando una reducción de dos puntos porcentuales con relación al mismo período del año anterior. En el área rural, la tasa de subempleo se registró en cuarenta por ciento (42.2 por ciento en el mismo período del año anterior)”, detalla el reporte oficial.
En el área rural, el 43 por ciento de los hombres trabaja en situaciones de subempleo, mientras que el 34 por ciento de las mujeres trabaja en las mismas condiciones laborales.
A criterio de Murillo, el problema de las mujeres en la zona rural es que al no ser dueñas de tierras están obligadas a trabajar a otras personas y casi siempre en condiciones precarias.
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Las mujeres en Nicaragua son en su mayoría cuentapropistas (43.3 por ciento), frente a los hombres con el 28.3 por ciento. No obstante, en el segmento laboral de asalariados, los hombres representan el 49.2 por ciento y el 37 por ciento son mujeres.
En tanto, la mujer también está en desventaja en cuanto a la remuneración, porque según la encuesta el 16.8 por ciento no recibe paga frente al 13.9 por ciento de los hombres que se encuentran en ese segmento.
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5.1 %
se incrementaron las personas que trabajan por cuenta propia durante el III trimestre de 2017, mientras que los empleadores decrecieron en 5.8 por ciento con relación al segundo trimestre del año pasado.
Por actividades económicas
En el sector agropecuario, caza, silvicultura y pesca se concentra el 28.9 por ciento de la población ocupada, revelan los resultados del III Trimestre de la Encuesta Continua de Hogares (ECH).
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El comercio al mayor y al detalle aglutina al 20.8 por ciento de los nicaragüenses que trabajan. “El 41.0 por ciento de la población ocupada que se ubica en el sector agropecuario son hombres. En tanto, el 27.7 por ciento de la población ocupada de la actividad comercial son mujeres, por las características de dichas actividades”, detalla el informe.
Servicios comunales, sociales y personales, industria manufacturera, hoteles y restaurantes, construcción, transporte, almacenamiento y comunicaciones, finanzas, explotación de minas y canteras, y suministro de la electricidad, gas y agua son las otras actividades donde se desarrolla la población ocupada del país.