Tras perder la vista, José Ignacio Valle Flores, de 36 años, decidió no dejarse vencer por la depresión y la adversidad y compró un pequeño carretón para reiniciar su negocio ambulante de venta de verduras. Su sueño: tener una vivienda propia.
Valle es oriundo de Camoapa, donde todas las mañanas alista su carretón, se afirma a la mano de un ayudante y recorre la ciudad vendiendo frutas y verduras, actividad que le ha permitido valerse por sí mismo y colaborar con la manutención de su mamá, quien tras un derrame quedó postrada en una silla de ruedas.
“Me entró depresión, pero le pedí paciencia al Señor, porque yo me sentía un hombre lleno de vida, de ahí comencé a luchar y a decirle al Señor que me diera la oportunidad de trabajar. Después vino un sobrino mío y tuvimos la idea de comprar ese carretoncito para vender, ese es mi brazo derecho junto a un trabajador que me lleva donde le digo”, relató.
Puede interesarle: Obras del PIA en Camoapa serán revisadas por nuevas autoridades
Él habita junto a su mamá en la casa de su hermana ubicada detrás del juzgado municipal de Camoapa, pero no pierde la esperanza de tener algún día su propia vivienda. “Le pido al gobierno central, a la Alcaldía de Camoapa que me apoyen con regalarme un solar o apoyo económico, porque esto es duro, a todos los que vean esto, les digo que me ayuden, porque es duro, mi número es 57883632”, agregó Valle.
Digno de admiración
Meyling Salazar Carmona, conoció a Valle hace unos cinco años, cuando ambos compraban verduras en el mercado El Mayoreo, desde entonces se volvieron amigos. Para ella, su amigo es digno de admiración, puesto que sigue luchando para conseguir lo que quiere.
“Me da pesar verlo así, pero a pesar de todo eso, él sigue luchando, sigue adelante con su venta y se sigue superando a pesar de su discapacidad. Yo siempre le digo que es una persona de admiración, porque la mayoría de personas que pierden su vista, lo único que hacen es dedicarse a que les den (pedir), a doblegarse, deprimirse, él se deprimió unos meses, pero siguió luchando y por eso es una persona de admiración”, afirmó Salazar.
Lea también: Señora de 75 años logra graduarse de abogada en Camoapa
Salazar eventualmente acompaña a Valle a la capital, donde compran frutas y verduras para surtir sus respectivos negocios. “Él escoge bien las verduras, solo las toca y sabe que están buenas”, añadió.
José Ignacio Valle Flores recordó el 16 de agosto de 2015, cuando su ceguera empezó a manifestarse. “(Ese día) amanecí como viendo chayules, desde ahí ya no pude ver. A los dos días me llevaron a Managua y tras varias consultas me dijeron que no había nada que hacer conmigo (…) Me vine decepcionado, lloraba todas mis tristezas y me tiré siete meses sin trabajar”, detalló.
También lea: Productores reparan vías de Camoapa con sus propios medios
