El economista Adolfo Acevedo cuestionó el viernes la falta de correlación que existe entre el comportamiento de la tasa de desempleo y el crecimiento económico. La inconsistencia se explica porque en 2017, pese a que fue un año de desaceleración económica muy marcada, el desempleo se redujo de manera más acelerada con respecto a años anteriores, cuando la expansión económica era mayor.
Entre el 2011 y 2015, explica Acevedo, la economía creció en promedio 5.95 por ciento y la tasa de desempleo se mantuvo a niveles de 6.02 por ciento. En este período, incluso hubo años (2011 y 2012) con tasas de crecimiento muy altas del 6.3 por ciento y el 6.5 por ciento, respectivamente.
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Además “con tasas de crecimiento económico promedio del 4.9 por ciento en 2013-2015, la tasa de desempleo se mantiene fluctuando alrededor de la media hasta 2015 (6.02 por ciento)”, refiere.
Crecimiento y empleo no cuadran
Sin embargo, en 2016 y 2017, a pesar de que la expansión económica promedio fue menor respecto al período 2011-2015, “la tasa de desempleo, de improviso, y como por arte de magia, se reduce abrupta y masivamente, hasta alcanzar apenas un 3.6 por ciento en el III trimestre de 2017”, plantea el economista.
En 2016 la economía creció 4.9 por ciento y las previsiones de 2017 es que se sitúe entre 4.7 y 5.2 por ciento, según datos del Banco Central de Nicaragua.
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“Semejante reducción tan drástica y abrupta de la tasa de desempleo ameritaría una explicación”, exige Acevedo, quien señala que el ritmo de reducción de la tasa de desempleo solo “podría explicarse si estuviésemos en presencia de un superauge económico”, algo que no ocurrió en 2017.
Según la publicación de la Encuesta Continua de Hogares del Instituto Nacional de Información de Desarrollo (Inide), en el país hasta septiembre de 2017, el 96.4 por ciento de los nicaragüenses estaban empleados, aunque más del 40 por ciento de ellos estaban en la informalidad.
Más explicaciones
“Cuando todos los indicadores de actividad económica interna apuntan a una importante desaceleración económica, la tasa de desempleo se minimiza de una manera tan impresionante”, afirmó el economista en un análisis publicado el viernes.
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El economista ha cuestionado en reiteradas ocasiones que el Gobierno sin explicación alguna decidió dejar de publicar la base de dato de la Encuesta Continua de Hogares, que permite a los ciudadanos verificar la consistencia de la información, pese a que este es un bien público.
Empleos precarios
Además hay críticas de que el Gobierno celebre su tasa de empleo elevada, pese a que una gran mayoría de los nicaragüenses están laborando en el subempleo.
El economista Luis Murillo señala que las condiciones de empleos que imperan en el país son precarias y que no garantizan mejoría en las familias, porque más del 80 por ciento de los nicaragüenses están en la informalidad.
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“Cuando se comienza a ver la calidad del empleo se dan cuenta que tienen dos problemas: uno, que el empleo no es formal y dos de que los ingresos son variables y volátiles y en cualquier momento puede dejar de percibirlos”, aseveró Murillo.
Actividades desaceleradas
El economista Adolfo Acevedo señala que se requiere una explicación sobre cómo es que el desempleo logró caer drásticamente si una gran mayoría de las actividades económicas están desaceleradas.
Entre las actividades que están creciendo a menor ritmo que el año anterior figuran los créditos comerciales, ganaderos, personales e hipotecarios, que crecen hasta octubre a tasas de un poco más del 5 por ciento y menos del 14 por ciento. En 2017 había aumentos de entre el 14 y 24 por ciento.
Además el consumo facturado de electricidad crecía 3.5 por ciento hasta octubre del año pasado, mientras que en igual período del año anterior repuntaba más del seis por ciento.
La tasa de afiliación del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) crecía 5.7 por ciento hasta octubre, mientras que en el 2016 era de 9.2 por ciento.
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En el área efectivamente construida de la construcción de residencial en el segundo trimestre de 2017 cayó 14 por ciento mientras que en igual período del año anterior era de -10 por ciento.
En términos reales, la recaudación de impuestos crecía hasta octubre 6.7 por ciento, mientras que en similar período del 2016 el repunte era de 10.4 por ciento.