De 51 femicidios registrados el año pasado, 30 de sus autores están detenidos, pero otros 17 están en impunidad, lo que representa un 33 por ciento, según un análisis efectuado por el Observatorio de Católicas por el Derecho a Decidir.
De los 17 femicidios en impunidad, 14 de los hechores están prófugos, los otros tres están libres porque las autoridades tipificaron los casos como suicidio o muerte natural o no encontraron pruebas para implicarlos.
En el Centro y Pacífico del país
En cambio, de los 30 detenidos, solo 16 de estos han sido declarados culpables, aunque los tribunales han sentado precedentes en la imposición de penas. Catorce de ellos fueron condenados a 30 años de prisión y a los otros dos a 25 y 26 años de cárcel, respectivamente. Otros 14 aún están en proceso judicial. Y cuatro están muertos o se suicidaron o les quitaron la vida.
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La activista de derechos humanos Magaly Quintana explicó que en la mayoría de los casos donde ha habido sentencia, ha sido registrado en ciudades del Centro y el Pacífico del país y consideró que posiblemente ha incidido la vigilancia de organizaciones de la sociedad civil y seguimiento de medios de comunicación independientes.
Casos en impunidad
No obstante, los casos que aún están en impunidad corresponden a comunidades alejadas, como el Caribe nicaragüense, donde no solo carecen de recursos, sino también de la presencia de organizaciones de mujeres.
De acuerdo con los datos de Católicas por el Derecho a Decidir, el año pasado el Caribe nicaragüense siguió a la cabeza con la ocurrencia de femicidios con 12 en el Caribe Norte y 10 en el Caribe Sur. Mientras en Managua se registraron ocho femicidios.
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El Estado debe asumir la responsabilidad alrededor de este problema. “Si ahí (en el Caribe) hay mayores índices, debería de tener políticas concretas (…) que esto pasa porque la Policía tenga recursos, eso pasa por las Comisarías, etcétera”, dijo Quintana.
Cardenal Brenes y obispo se pronunciaron
En los últimos días el tema de la violencia de género ha sido motivo de preocupación de los líderes de la Iglesia católica. El cardenal Leopoldo Brenes lo expresó durante la homilía de la misa celebrada el primero de enero de 2018.
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El 31 de diciembre del 2017 lo hizo el obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio Báez, presidente de la Comisión de Vida y Familia de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), quien en esa ocasión calificó la violencia contra las mujeres como “una plaga social vergonzosa” y aseguró que la Iglesia católica debe tener una postura más clara en rechazo a la violencia en contra de las mujeres.