Melvin López, prospecto altamente valorado del boxeo rentado nicaragüense, subirá al cuadrilátero el 26 de enero en Managua para intercambiar metralla con el mexicano Aramis Solís (16-6-0, con 19 KO).
En diciembre Melo estaba programado para pelear en Estados Unidos, pero antes de que se cumpliese la fecha de este compromiso fue sorprendido por una noticia trágica: perdió a su hija recién nacida y decidió decir no, al sentirse destrozado por dentro.
López ha tomado un segundo aliento para continuar con su corta pero florecida carrera —12 victorias y ocho nocauts— en el boxeo, y Solís, quien desafiara al boxeador nicaragüense Ramiro Blanco en diciembre del 2016, es su oponente de turno, con el cual ocupará la plaza semiestelar de la primera velada del año de las empresas Nicaboxing y WRAM Boxing.
Será hasta marzo, según informó desde Estados Unidos su apoderado William Ramírez, que Melo expondrá por tercera vez el cinturón Latino de peso supermosca del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).
Con un récord invicto de doce victorias y ocho nocauts, y en pleno proceso de maduración, López inicia de esta manera el 2018, año en el que es seguro que sobrepasará las fronteras por primera ocasión, en busca de encontrar confianza fuera de casa y mejores réditos.
“Ya Melvin está trabajando en el gimnasio y se está recuperando de la difícil situación que atravesó él y su familia”, explicó su entrenador Gustavo Herrera.