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A lo largo de su vida, el doctor Pedro Joaquín Chamorro Cardenal fue un intelectual comprometido. LA PRENSA/ARCHIVO

Pedro Joaquín Chamorro, un legado siempre vigente

Pedro Joaquín Chamorro Cardenal asumió la dirección de LA PRENSA tras la muerte de su padre en 1952. Fue antisomocista, lo que expresó en sus editoriales, y sufrió cárcel y persecución del régimen somocista.

Tienen toda una historia con el periódico. Las instalaciones del Diario LA PRENSA se encontraban antes en la calle El Triunfo, de la vieja Managua, y justo al lado se localizaba la casa de sus propietarios, cuenta Jaime Chamorro Cardenal.

No era extraño que los cinco hijos de Pedro Joaquín Chamorro Zelaya y Margarita Cardenal escucharan la máquina en que se imprimía el diario en el que tanta huella dejó su director asesinado, Pedro Joaquín Chamorro Cardenal (PJCH).

Cuarenta años después del atentado mortal contra PJCh, su hermano Jaime, actual director de LA PRENSA, recuerda en su oficina, a sus 83 años, los días en que su padre los visitaba en los recesos del trabajo en aquella sede del periódico que dejaron hace años ya para trasladarse al sitio actual en Carretera Norte.

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Los Chamorro han sido siempre una familia de periodistas, entre las distintas profesiones en las que se han graduado sus miembros.

El Diario fue fundado el 2 de marzo de 1926, por los señores Gabry Rivas, Enrique y Pedro Belli con un capital de cinco mil córdobas de la época. Cuatro años después de su fundación, Chamorro Zelaya compró el cincuenta por ciento de las acciones, compró dos años después el resto hasta quedar como el único propietario.

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Hermanos de don Jaime y PJCh son Ligia, Ana María y Xavier (q.e.p.d.), este último exdirector de El Nuevo Diario que se formó después de separarse de LA PRENSA en los primeros años de la revolución sandinista.

“Sobrepasaba lo normal”

“Pedro era una persona que sobrepasaba lo normal en todo sentido: político, empresarial, periodístico y personal, no lo digo porque sea mi hermano”, dice Jaime Chamorro Cardenal.

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elección pura
Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, director martir del Diario LA PRENSA. Foto: LA PRENSA/ ARCHIVO

Las fotos de la familia de don Jaime, su esposa, sus hijos, su hermano Pedro Joaquín y la imagen de un Cristo crucificado, pueden verse en el despacho, adonde además de director funge como presidente de la junta directiva de LA PRENSA. Es aquí donde analiza el legado vigente de su hermano.

Creyó en la democracia

La premisa que recorre el pensamiento del periodista asesinado es la palabra democracia, un planteamiento en el que están de acuerdo sus familiares y amigos.

“Como político, desde el principio, él (Pedro Joaquín) tenía unas convicciones democráticas. Todos los principios: la separación de poderes, no reelección, los partidos políticos y la renovación, la justicia social con democracia, la empresa privada pero con justicia social, que hubiese mejor repartición de la riqueza”, explica don Jaime Chamorro Cardenal.

En enero del año pasado, una de sus hermanas, Ana María, miembro de la junta directiva de LA PRENSA, dijo que la lucha de su hermano está vigente.

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“Esa lucha cívica por la democracia sigue vigente, pero hace falta unidad para restituir los valores democráticos por los que Pedro luchó y murió”, expresó ella.

La convicción democrática de PJCh es la razón por la que don Jaime rechaza que su hermano alguna vez hubiese llegado a formar parte del gobierno sandinista de los años ochenta.

Para el director de LA PRENSA, existe semejanzas entre Daniel Ortega actual y el de su pasado. El caudillo sandinista retomó el Ejecutivo a partir de 2007 y dirige el país ahora con su esposa Rosario Murillo, su vicepresidenta.

Similitud a los 80

El primer período de Ortega como presidente fue entre 1984 y 1990. “El gobierno de los ochenta es igual en todo al de ahora de Ortega, menos en la parte económica, porque miró que no le funcionó”, añade Chamorro Cardenal.

1990. Una foto histórica. La familia Chamorro celebra con el poeta Pablo Antonio Cuadra el aniversario 64 de LA PRENSA. LA PRENSA/ARCHIVO

Para el actual director de LA PRENSA, el socialismo no funciona en la economía, porque destruye la producción, “que es lo que está pasando en Venezuela”.

“Ortega se dio cuenta de eso y está funcionando con el capitalismo, pero todos los vicios, el mantener todos los poderes bajo su mando, el tener sumisos al Ejército y la Policía, todo es en contra de los principios por los cuales luchó Pedro, en los que creía como la no reelección”, añadió.

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Cita el ejemplo de que su hermano rechazó continuar al frente de la opositora Unión Democrática de Liberación (UDEL) cuando se le terminó su período, pese a las peticiones de reelección que le hacían sus simpatizantes. El periodista siempre tuvo congruencia entre su discurso y sus actuaciones.

Legado periodístico

Desde el punto de vista periodístico, cuando Pedro Joaquín Chamorro Cardenal llegó a Nicaragua en 1948, proveniente de México donde estudió leyes, realizó varios cambios.
Según Don Jaime, el diario seguía entonces la tradición de los periódicos nacionales que publicaban la foto de la cumpleañera, con felicitaciones. Las noticias eran también muy extensas.

Vino entonces la transformación y, entre los primeros planteamientos de PJCh, estuvo la defensa de la independencia del rotativo. “Mi papá era conservador, lo compró para defender al Partido Conservador. Aquí no hay nada de partido —dijo Pedro— aquí vamos a dar noticias y además empezó a ver las máquinas, cómo renovar. Ahí estamos hablando como empresario, no como periodista”, señala.

Pedro Joaquín Chamorro siempre defendió sus ideales e hizo frente a la dictadura de los Somoza. LA PRENSA/ ARCHIVO

Pedro Joaquín Chamorro Cardenal asumió la dirección de LA PRENSA tras la muerte de su padre en 1952. Fue antisomocista, lo que expresó en sus editoriales, y sufrió cárcel y persecución del régimen somocista.

Respeto al voto

El lunes 26 de noviembre de 1965, en otra editorial, Chamorro Cardenal dijo: “El ciudadano tiene derecho a pedir que se respete su voluntad al voto, y solo cuando esta voluntad se respeta, y se produce un gobierno verdaderamente electo, y no designado por una fuerza minoritaria es que el ciudadano co-gobierna, porque de lo contrario es un extraño al que le han impuesto como súbdito, una autoridad fuera de su control”.

Su ejercicio periodístico

La labor periodística de Chamorro Cardenal se extendió a lo largo de 30 años.

La declaración de principios de Chamorro la escribió el 28 de septiembre de 1973 en un editorial. “Mientras haya una máquina de escribir, un papel, un micrófono, una plaza pública, un balcón o espacio para hablar aunque sea en la celda de una cárcel, seguiremos denunciando a los inmorales, especialmente cuando trafican con la necesidad social de los más pobres. Esa es la razón principal de nuestra existencia, como periodistas, como hombres y ciudadanos”, dijo el mártir.

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Según la visión del profesor de generaciones de periodismo, Guillermo Rothschuh Villanueva, planteada en un ensayo publicado en el libro Pedro Joaquín Chamorro “El Periodista”, la palabra compromiso describe la labor del director asesinado.

El cuerpo de Pedro Joaquín Chamorro Cardenal yace en los pasillos del hospital Manolo Morales. LA PRENSA/GUSTAVO ORTEGA/ARCHIVO

Entre los puntos torales desarrollados por Chamorro Cardenal estuvieron la inclusión cotidiana en la agenda del diario del sindicato, los temas sociales, la economía popular y en especial la insatisfacción de las necesidades básicas de la población.

“Aún antes que Elizabeth Noelle-Neuman (politóloga alemana) formulase su espiral del silencio en los años setenta, en Nicaragua Pedro Joaquín creía firmemente que la voz del pueblo es la voz de Dios y, por tanto, debía tener cabida en LA PRENSA”, opinó Rothschuh Villanueva en el libro citado anteriormente.

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Para el comunicador, esa voz unas veces adoptó la forma de una vivandera que luchaba en contra de las condiciones desfavorables y deplorables de aquellos tianguis. “Otras era la figura de un minero explotado y condenado a muerte por la silicosis. Otras veces era aquella mujer asediada, esclavizada o inmisericordemente castigada por su compañero de (mala) vida”, añadió.

Rediseñó La Prensa

Entre los aportes de PJCH al diario, que destacó el comunicador, se encuentra el rediseño, la separación clara de publicidad e información, pero sobre todo el compromiso con la ética que Chamorro Cardenal demostró a lo largo de su trayectoria periodística.

“La ética de Pedro Joaquín era la ética de la verdad”, dijo Rothschuh. En tres décadas de trabajo, el académico recuerda que Chamorro osciló entre el diario, la montaña, el exilio, los tribunales, la cárcel, la tortura y la amenaza permanente a su integridad física.

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Su hermano, Jaime Chamorro Cardenal, cohabitante de aquella casa en la calle El Triunfo, adonde escuchaba el ruido de la imprenta, lo dijo de otro modo en el libro Frente a dos dictaduras (1987).

“LA PRENSA ha dado, en sacrificio, cuanto hay que dar: fue cerrada un año entero, sus directores —de padre a hijo a nieto— conocieron la cárcel y el exilio, dos terremotos destruyeron sus instalaciones, su director (a quien llamamos nuestro Director Mártir) cayó asesinado cobardemente y el dictador Somoza Debayle en fuga la bombardeó con tanques y aviones, creyendo o queriendo destruir un espíritu independiente cuya raíz se sustenta en los nicaragüenses mismos”, se puede leer en el libro.

“Honor a la raza humana”

E l 30 de octubre de 2010, cuando Carlos Fernando Chamorro, director de Confidencial y Esta Semana, agradeció la concesión del Premio Maria Moors Cabot, recordó cuando su padre lo recibió 33 años antes, previo a su asesinato.

Según el relato del director de Confidencial, el decano de la Facultad de Periodismo de Columbia, Elie Abel, dijo al presentar a Chamorro Cardenal que no había podido encontrar en el hemisferio un periodista más consistente que el entonces director de LA PRENSA.

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Así quedó el automóvil de Pedro Joaquín Chamorro tras el atentado en su contra. LA PRENSA/ARCHIVO

“Al otorgarle la medalla de oro, el presidente de Columbia, William J. McGill, proclamó: ‘Lo que usted ha podido hacer en las circunstancias más difíciles confiere un honor a la raza humana que nos enorgullece reconocer’”, puntualizó.

Testimonio de sus libros

A lo largo de su vida, el doctor Pedro Joaquín Chamorro Cardenal fue un intelectual comprometido. Publicó varios libros. Uno de los más conocidos es Estirpe sangrienta: Los Somoza, editado en 1957. Pero también el periodista escribió El diario de un preso, Tolentino Camacho, El enigma de las alemanas, entre otros.

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