Aunque debieron sudar y en algunos momentos sufrir en los tres primeros juegos, los Tigres de Chinandega terminaron por mostrar su superioridad ante el Bóer, que sale de circulación se fue con pena y sin gloria.
Sobre el mejor escenario creado por el entusiasmo de unos fanáticos que solo aparecen en los playoffs, pero que llegaron al Estadio Nacional Dennis Martínez, ilusionados, los Indios hicieron un papelón, mientras los Tigres exhibían su talento que los ha llevado a la Final ante los Gigantes.
La victoria de los Tigres 11-1, además de abultada, es legítima, merecida e indiscutible. Fue construida a base de coraje y determinación por un equipo que se toma muy en serio su participación en la Liga y su relación con sus aficionados, que le siguieron hasta Managua.
Los Tigres tronaron al son de 14 hits de todo los calibres, excepto jonrones. Mostraron picheo, su defensa se plantó firme y jamás le quitaron la mirada a la Final. Pero la jugada que grafica, que encierra la determinación chinandegana, fue la que realizó el lanzador Junior Téllez en el cuarto inning.
Téllez se lanzó como a una piscina sobre un toque de Carlos Triunfel y no solo atrapó la bola espectacularmente, sino que además, pudo tirar a la primera base desde el piso y logró fulminar a Renato Morales para completar un dobleplay.
Ese fue, probablemente, el momento del partido. En medio de una rebelión de los Indios, Téllez se arriesgó y tuvo éxito. Sin esa jugada el Bóer quizá empataba, porque luego vino doble de Iván Hernández, un bateador que viene en franco ascenso. Además, Téllez lanzó 4.2 innings sin carrera.
Claro, en medio de la paliza, también fue evidente la importancia del sencillo de Jesús López, el exitoso toque de Leonardo Ortiz y el doble de Jamar Walton, que mató a la tribu en el octavo inning.
Pero la jugada de Téllez va a permanecer en el recuerdo, justo como la paliza global de los Tigres a los Indios, que fueron humillados en casa en una noche de pesadilla.
Al final, ganó el que merecía. El que planeó mejor desde el escritorio y luego ejecutó en el terreno de juego.