Al mismo tiempo que Raúl Ruiz se calentó en la colina, silenciando por completo a los Gigantes de Rivas a partir del tercer episodio, los Tigres de Chinandega hicieron erupción frente al lanzador que era visto como invencible en esta liga, Manauris Báez, con jonrones de Osman Marval y Jamar Walton, más otro de Ofilio Castro contra Róger Marín, para imponerse 6-1 en el segundo juego de la Serie Final de la Liga de Beisbol Profesional de Nicaragua, que dejó a los felinos a medio camino del título.
Los Tigres arrebataron el primer juego en el último inning y esa inspiración siguió vigente en el segundo partido. Ruiz dejó sin chance al bateo rivense al tirar juego completo de siete hits, una carrera, sin bases y cuatro ponches, mientras que la ofensiva chinandegana se hacía sentir con 11 imparables, desconociendo a Báez, quien por primera vez en esta temporada tuvo graves problemas de control.
Igual que en el primer desafío, los rivenses abrieron el marcador. Esta vez no tuvieron que esperar hasta el séptimo inning, sino en el segundo se fueron encima de Ruiz. Juan Carlos Torres dio un imparable y avanzó a segunda con una rola de Moisés Flores, para anotar enseguida con un sencillo de Ramón Flores. En el primero, el patrullero central le robó un jonrón de Denis Phipps y salvó de dos carreras a los Tigres.
Los chinandeganos tomaron el control del juego en el cierre del segundo y más tarde arreciaron su ofensiva.
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Osman Marval sacudió a Báez con un cuadrangular por el bosque derecho para nivelar la pizarra 1-1 y en el mismo cierre del segundo, un infield hit de Leonardo Ortiz empujó la carrera que puso arriba 2-1 a los felinos.
Los Tigres llenaron las bases sin out en el tercero y solo anotaron una por elevado de sacrificio de Curt Smith, pero al final no lamentaron desperdiciar esta oportunidad, porque Walton se voló la cerca en el quinto y Ofilio en el sexto. El mismo Walton pegó un triple y anotó con un error en rito en el sexto, para el definitivo 6-1, que obliga a los Gigantes a ganar el miércoles en Rivas para recuperar las esperanzas.
Los rivenses parecían encaminados a una mejor noche al bate, luego que en el primer juego Marcos Frías les tiró 6.1 entradas perfectas antes que despertaran. Ahora, dieron dos hits contra Ruiz en el primer episodio y agregaron dos en el segundo, y abrieron la tanda del tercero con otro imparable, pero luego el zurdo venezolano retiró a 19 de 21 bateadores para aguantar toda la ruta, confirmándose como un “caballo de batalla”.