El Ministerio de la Mujer (Minim) y el Ministerio de la Juventud (Mijuve) fueron creados simultáneamente en 2013 y aunque funcionan de manera discrecional y los expertos aseguran que no les ven utilidad, ambos reciben dinero del Presupuesto General de la República.
En 2014 empezaron a funcionar con un presupuesto similar. Para el Ministerio de la Juventud, el Gobierno destinó 25 millones de córdobas; mientras que para el Ministerio de la Mujer se asignó poco más de 21 millones de córdobas.
Sin embargo, el Presupuesto General de la República 2017 destinó 103 millones de córdobas para el Ministerio de la Juventud, es decir, 78 millones más que su presupuesto inicial de 2014.
En meses anteriores, el exdiputado liberal Eliseo Núñez aseguró que creía que dicho ministerio, dirigido por Bosco Castillo, había sido creado a fin de “conseguir presupuesto para sostener el aparato organizativo de la Juventud Sandinista”.
“Yo creo que es el financiador directo de la Juventud Sandinista. Básicamente lo que hace es mantener el aparato partidario. La primera dama ha estructurado todo su poder basado en una cantidad de jóvenes organizados que tiene alrededor de un sistema paraestatal, híbrido entre el partido y el Estado”, dijo el exdiputado.
Minim es un misterio
Por otro lado, en 2017 el Ministerio de la Mujer recibió solamente 28 millones de córdobas, siete millones más que en 2014.
Magaly Quintana, activista feminista, asegura que cuando el ministerio fue creado existía una participación de los movimientos de mujeres y se escuchaban propuestas. “En estos momentos, desde hace muchos años, ni siquiera se sabe quién coordina esa institución. Este Gobierno dice que cerró las comisarías por falta de recursos y por el otro lado derrocha el dinero en un ministerio inexistente”, lamenta Quintana.