Si a la alcaldesa Reyna Rueda se le ocurriera modificar el presupuesto, impulsar una ordenanza nueva o vender algunos de los bienes de la Alcaldía de Managua, lo haría sin problemas al contar con la mayoría absoluta en el Concejo Municipal, compuesto por 80 miembros en total.
“Pueden hacer todo lo que quieran, lo que decidan. No tienen ninguna restricción, siempre que su plancha esté presente en la sesión”, reconoció Gilberto Lindo, experto en municipalismo, quien aclaró que para el periodo 2018-2022 el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) no tendrá contrapeso en la capital, la plaza más importante de las 153 municipalidades del país.
Es que de los 80 miembros que conforman el Concejo en Managua, el Consejo Supremo Electoral (CSE) le adjudicó 72 al oficialismo contando a la alcadesa y vicealcalde y por eso, según Lindo, este cuenta con los votos para cualquier aprobación.
Los restantes ocho integrantes fueron repartidos de la siguiente forma: cinco para el Partido Liberal Constitucionalista (PLC), dos para el Partido Conservador (PC) y uno para Ciudadanos por la Libertad (CxL).
Más control que en la administración anterior
En la administración de Daysi Torres, que comprendió de 2013 a 2017, el FSLN tuvo 65 concejales, sin contar con la alcaldesa y vicealcalde; y la oposición se resumió en 13, los cuales nueve fueron del Partido Liberal Independiente (PLI) y cuatro del PLC.
Pero al haber también una diferencia abismal, el Frente Sandinista no tuvo problemas para tener alguna aprobación del Concejo anterior. Es que incluso en varios casos hubo un aval unánime, es decir un respaldo incluso de la oposición.
Lindo explicó que cuando hay un Concejo con balance se garantiza la democracia “y la lógica es que haya multipartidismos y varias facciones, para que hayan pesos y contrapesos, de lo contrario no negocian nada y pueden hacer o deshacer lo que quieran”, sostuvo Lindo.
A finales de enero se realizará la primera sesión ordinaria y así será en cada mes. Así lo decidieron los concejales.