Recientemente se publicó en una revista científica de Neurología que consumir una ración de verdura o vegetales de hojas verdes cada día ayuda a enlentecer el deterioro cognitivo que acompaña al envejecimiento.
Según la investigación, los nutrientes de las verduras verdes frondosas que más contribuyen a evitar o disminuir el deterioro cognitivo son ácido fólico, filoquinona o vitamina K y luteína.
Las dos primeras son vitaminas cuyas funciones están relacionadas con el funcionamiento del cerebro y la circulación sanguínea.
La luteína es un pigmento de la familia de los carotenoides, aporta color amarillo a los alimentos y tiene grandes efectos protectores sobre la salud humana… Los principales alimentos que aportan luteína a la nutrición humana son: brócoli, espinaca, maíz, yema de huevo, repollo, berro, perejil, lechuga, arvejas y pimiento o chiltoma verde.
La luteína es soluble en grasa, por lo que es recomendable que cuando se consuman los vegetales que la contienen se combinen con un poco de grasa como aguacate, aceite o mantequilla, esto mejorará su sabor, su absorción y el cuerpo obtendrá mejor provecho de esta sustancia bioactiva.
El artículo finaliza diciendo: “Nuestro principal mensaje es que las verduras verdes frondosas contienen muchos nutrientes buenos, varios de los cuales están relacionados con una mejor función cognitiva (…), así que este es un alimento que definitivamente debería ser una parte fundamental de la dieta de todas las personas, sobre todo las de edad avanzada”.