La desconfianza existente en la institución policial es considerada por especialistas en el tema de Seguridad la causa principal por la cual las cifras oficiales presentan un descenso en las denuncias por delitos y faltas en el país en los últimos diez años.
El Gobierno habla de una evolución de la seguridad a partir de 2007, cuando implementó “el modelo comunitario, preventivo y proactivo”.
La información oficial de los últimos diez años sobre la actividad delictiva pretende demostrar que la misma ha disminuido en el país al pasar de un poco más de 139,318 denuncias registradas en 2007 a más de 68,744 denuncias durante el 2017, así como la disminución de las tasas de homicidio y de los robos.
En el Libro Blanco sobre la incidencia delictiva el Gobierno llega a afirmar que a partir de 2010, con el cambio de políticas, se dio la disminución sostenida y continua de la comisión de delitos en general, “significando, al finalizar el año 2016, una reducción de la tasa del 46 por ciento”.
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El hecho que haya bajado la denuncia es considerado por el investigador en temas de Seguridad, Roberto Orozco, y por el mayor en retiro Roberto Samcam, que pueda estar relacionado con la falta de confianza que existe entre la población.
Además, Orozco dice que este no es el único parámetro para demostrar la incidencia delictiva, hay otros puntos, como los niveles de victimización y la cifra negra.
Análisis del Ieepp
Esto lo reafirma la investigadora del Instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas (Ieepp), Skarlleth Martínez, quien recordó que los últimos datos de encuestas de percepción que publicó ese organismo indican que una de las causas por las cuales la población no está yendo a denunciar es por la falta de confianza en la institución policial.
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“Incluso te dicen en la encuesta que no van a denunciar porque piensan que es una pérdida de tiempo, porque no hay una atención adecuada o solo te toman la denuncia”, afirmó Martínez, quien hizo alusión a la información sobre la actividad delictiva en el país publicada en el llamado Libro Blanco sobre la incidencia delictiva en el país, que asegura que también hubo disminución en las cifras de homicidio y de robo.
Martínez califica de positivo la publicación de esos datos oficiales sobre los últimos diez años, sobre todo porque acaba de finalizar el Plan de Desarrollo Humano 2012-2016 y no conocían resultados para el componente o para el lineamiento de seguridad, debido a que considera que se necesita medir si realmente se cumplieron las metas propuestas en esta parte del plan.
Las cifras del Gobierno
El Gobierno insistió en el Libro Blanco en la disminución de la tasa de homicidios de 7 muertes por cada 100,000 habitantes, “representando uno de los índices más bajos en la región centroamericana y a nivel hemisférico”.
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La tasa de homicidios es otro tema que cuestiona Samcam, pues dice que en el Libro Blanco el Gobierno no menciona los homicidios que el Estado ha cometido, como sucedió en La Cruz de Río Grande. Igual que desconfió del 90 por ciento de efectividad policial que dice haber alcanzado en 2017 que, según Samcam, no lo consiguen ni en países del primer mundo.
El Gobierno indica que en materia de percepción de seguridad, otro delito que permite caracterizar los niveles de seguridad es el robo, en sus diferentes modalidades.
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“La evolución del robo con intimidación nos muestra una tendencia creciente hasta el año 2008, en el que se registra una tasa de 194 robos con intimidación por cada 100 mil habitantes”, destaca el Gobierno en su informe, que sostiene que “las nuevas políticas de Estado llevadas a cabo a partir del año 2007 les permitieron revertir la tendencia al incremento de robos con intimidación, sosteniendo una tendencia a la disminución”.
Y alega el Gobierno que al finalizar el año 2016 alcanzaron una tasa de 68 robos con intimidación por cada 100,000 habitantes, lo que representa 65 por ciento de menos robos que en el año 2008.
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No obstante, Martínez recordó que la modalidad del robo en general fue el principal delito que se incrementó durante 2016 y las encuestas revelan que entre las principales percepciones de inseguridad entre la población está el robo. Además que hay zonas del país donde el porcentaje es superior, incluso a la tasa establecida en 2016, de 68 robos por cada 100,000 habitantes, dijo Martínez.