Si ha querido pero no ha podido dejar el licor, ya puede tener una razón para lograrlo. Un informe de la Sociedad Americana de Oncología (Asco) advierte que beber alcohol, aunque sea un pequeño trago, aumenta el riesgo de cáncer.
¿Cuánto sería un pequeño trago? En términos corrientes, unos 44 mililitros de licor o 355 mililitros de cerveza (una lata). El documento de la Asco indica que el riesgo de cáncer es mayor cuando la persona toma licor en grandes cantidades y mientras más se alargue el consumo en el tiempo.
Para la Asco no es válido el argumento de que no todas las bebidas alcohólicas son perjudiciales, porque han determinado que el riesgo es igual independientemente del tipo de bebidas.
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