14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

EL Güegüense, fue declarado en 2005, Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad. LA PRENSA/Mynor García

Memorias de José Arsenio López Romero, artesano y guardián tradicional de El Güegüense

Entre 1982 y 1994 faltó el apoyo de la ciudadanía e instituciones para preservar esta cultura regional por lo que estuvo a punto de desaparecer, no obstante fue rescatada por doña Luvy Rappaccioli, una diriambina promesante, recuerda el artesano y bailarín José Arsenio López Romero

Durante 73 años de su vida el hábil artesano y bailarín popular José Arsenio López Romero ha conservado con apoyo de su familia la originalidad de la tradición festiva de El Güegüense. Es su gran mérito cultural.

Una buena parte de este tiempo —recuerda este artista— ha confeccionado máscaras y vestuario que vemos en los personajes de esta obra colonial, elevada a Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad.

Habitante del barrio El Berlín, del municipio de Diriamba, López Romero hace cuatro años sufrió un derrame cerebral que lo dejó con problemas en el habla y sus piernas, no obstante su ánimo no desmaya.

Su primera careta

Prueba de ello es el recuerdo que aún guarda en su memoria cuando participó por vez primera en las fiestas patronales que se celebran en honor a San Sebastián.

Puede leer: Exitosa presentación de El Güegüense con títeres

Y se refiere a la primera careta que usó como el personaje de Don Forsico, hijo de El Güegüense, entonces solo tenía 9 años, su abuelo Onofre Romero fue quien lo indujo a participar como bailante.

“Yo no pagaba ninguna promesa, tampoco sabía cómo se llamaban los santos y me metí porque me gustaba el baile, también porque me llamaba la atención el vestuario”, cuenta López Romero quien gusta lucir sus blancos y gruesos bigotes.

Con respecto a los adornos de los trajes, dice que en tiempos pasados estos eran diseñados con prendas de oro y plata, ahora los confeccionan con metales de poco valor.

Muestra el texto de la obra. El artesano y bailarín popular José Arsenio López Romero, ha conservado la tradición de El Güegüense por mas de 70 años. LA PRENSA/Mynor García

Danza estuvo a punto de desaparecer

Recuerda que entre 1982 y 1994 fue soldado en el Ejército de Nicaragua, y que no dedicó tiempo a los bailes.

En estos años —señala — faltó el apoyo de la ciudadanía e instituciones para preservar esta cultura regional por lo que estuvo a punto de desaparecer, no obstante fue rescatada por doña Luvy Rappaccioli, una diriambina promesante.

Macario Hernández, Onofre Romero, Moisés Ampié, Isabel Aburto, Marcia Avendaño y Jaime Serrano fueron también mayordomos y guardadores del baile.

Al promesante se le garantiza todo el disfraz, que tiene un costo de aproximadamente cinco mil córdobas. Las prácticas se dan con un año de anticipación y las inscripciones están siempre abiertas al público.

Máscaras de los personajes de la obra El Güegüense, y parte del vestuario. LAPRENSA/Mynor García

Diseño de su arte sencillo y colorido

Unas 16 horas son las que se toma López Romero para tallar una máscara de los emblemáticos personajes de El Güegüense.

Una cuchilla, un formón y una gubia son las herramientas que este carismático personaje usa para hacer las máscaras que son a base de madera de cedro. Con un pincel y pintura de colores les da el último acabado.

Sus sobrinos y nietos son los que a veces le ayudan en el diseño de las artesanías que tienen un costo de novecientos córdobas. Sus hijas contribuyen en la confección de los trajes.

“Que mantenga la tradición”

En el año 2005 la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), declaró a El Güegüense Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad y pese a esa distinción, José Arsenio López Romero, quien es tallador de máscaras de El Güegüense, afirma que para esta temporada de fiesta el apoyo económico que reciben de la Alcaldía es poco.

Que otra persona se encargue del baile a él no le incomoda, porque asevera que se requiere de mucho trabajo y que no se devenga ningún salario. “Cualquier persona puede sacar el baile, todo es que mantenga la tradición”, sostuvo.

En el inicio y finalización de las fiestas, el baile del Toro Huaco es quien encabeza el desfile cultural-religioso y El Güegüense tradicionalmente va cerca de Guachán (San Sebastián).

Cuando fallezca, el humilde anciano solicita que sus funerales sean lo más sencillo posible y no quiere que el baile que ha preservado durante años le dé el último adiós.


LA PRENSA/Mynor García

Fiesta folclórica y religiosa

Miércoles 24 de enero a las 7:00 p.m. en el Parque Central se presentará la agrupación Rondallas de Marimbas Nicaragua Mía y habrá fiesta popular.

Jueves 25, a la misma hora, el Ballet Folclórico de Diriamba, y agrupaciones locales.

Viernes 26 a las 3:00 p.m. recorrido de San Sebastián por las calles de la ciudad. En la noche muestra de juegos de pólvora.

Sábado 27 a las 10:00 a.m. misa y luego procesión de la Octava, seguida de bailes tradicionales. En la noche presentación del Ballet Folclórico Masatepetl.

Domingo 28, a partir de las 2:00 p.m., desfile hípico. Y el próximo domingo 4 de febrero a las 2:00 p.m. regreso de la procesión con las imágenes visitantes: Santiago y San Marcos, finalizan las fiestas del municipio.


Cultura arte Danza Güegüence Toro huaco archivo

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí