Está en manos de los concejales de Managua que en los próximos años se rehabilite la Pista Juan Pablo II, al presentarse este jueves la propuesta de aprobar los préstamos bancarios que suscribió el Gobierno de Nicaragua en 2017 con dos entidades financieras para ejecutar el proyecto vial.
En su primera sesión en el auditorio Miguel Larreynaga como alcaldesa de la capital, Reyna Rueda explicó que es importante desarrollar obras al ser la Pista Juan Pablo II un sistema distribuidor primario, que además de saturado, presenta deterioro en su carpeta de rodamiento, con fisuras de diferente tipo.
“Esta situación provoca el incremento en los costos de operación vehicular al usuario, y deterioro a los vehículos por las vibraciones del estado de la superficie de rodamiento, así como el tiempo de demora en la circulación”, leyó Rueda ante su Concejo, ampliamente dominado por el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
Antes que llegará la petición a la Alcaldía, que respetando los procedimientos, lo pasó a la comisión de Finanzas, Presupuesto e Infraestructura para su análisis; los diputados de la Asamblea Nacional aprobaron los dos préstamos que garantizan se amplíe en carriles y se erijan cinco pasos a desnivel en el trayecto de la pista.
Las nuevas dimensiones
Con el proyecto, la Juan Pablo II tendrá dos dimensiones. De la intersección del 7 Sur a la rotonda Santo Domingo, será de diez carriles (con 60 metros de derecho de vía) y de ese último punto hasta los semáforos de La Robelo será de ocho carriles (con 42 metros de vía). En toda su extensión, se tendrán dos carriles exclusivos para bicicletas.
Importancia vial
La Pista Juan Pablo II tiene una longitud de 9.55 kilómetros y es el primer anillo de la ciudad. Se conecta con la Carretera Norte, Carretera a Masaya y Carretera Sur.