Con 359.4 millones de córdobas, el Ministerio de Transporte e Infraestructura (MTI) construirá en 2018 el puente Wiwilí, y con 28.8 millones garantizará la supervisión de las obras, según el Plan Anual de Contrataciones (PAC), alojado en el Sistema de Información de Contrataciones Administrativas del Estado (Siscae).
En el mismo documento oficial aparece que este año también se destinan 242.9 millones de córdobas en servicios de consultoría para elaborar el diseño y supervisar las construcciones de los puentes Mulukukú, Lisawé, Labú y Prinzapolka, fondos que provienen de un financiamiento de la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA) con una tasa de interés envidiable.
Con el reemplazo de estos cinco puentes, Nicaragua mejorará la conexión terrestre en corredores puntuales, porque los actuales están deteriorados al haber dado su vida útil y por si no fuera suficiente fueron sometidos a las sobrecargas de camiones, que debilitaron sus cimientos.
No obstante, el MTI tiene una amplia lista de viaductos que deben ser construidos. Según datos de la misma cartera estatal el número asciende a 100, de los cuales 40 están ubicados en carreteras principales y los restantes 60 en caminos secundarios, que no dejan de ser importantes, porque enlazan poblados y zonas altamente productivas.
Apoyo de los japoneses
Entre 1996 y 2014 el Ministerio de Transporte e Infraestructura (MTI) donó 24 puentes, localizados en diferentes partes del país.
Los primeros fueron El Tamarindo y Río Seco, en León; Las lajas, en Rivas; y Fátima y san Lorenzo, en Managua.
El último que construyó a través de su Cooperación Financiera No Reembolsable, fue el Paso Real, que enlaza los municipios de Muy Muy y Matiguás, en Matagalpa.