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Alianza Cívica, OEA, Nicaragua

LA PRENSA/Óscar Navarrete

Eliseo Núñez: “Daniel Ortega está en un callejón sin salida”

El exdiputado Eliseo Núñez analiza las sanciones de EE.UU. a Roberto Rivas y la encrucijada en que se encuentra Daniel Ortega y el Consejo Supremo Electoral.

Daniel Ortega está en una posición más difícil de lo que parece. Eliseo Núñez, exdiputado y miembro del Frente Amplio por la Democracia (FAD), asegura que después de las sanciones de Estados Unidos a Roberto Rivas, presidente del Consejo Supremo Electoral (CSE), Ortega está ante dos caminos complicados: quitar a Rivas de su puesto en el CSE y enfrentarse a los miembros de su mismo partido porque “el imperialismo le dobló el brazo”, o dejar a Rivas en su puesto y enfrentarse a Estados Unidos.

En esta entrevista, Núñez analiza la situación del Consejo Supremo Electoral después de las sanciones del país norteamericano; también habla de Lumberto Campbell como posible sucesor, las elecciones regionales y la situación en que se encuentran los partidos opositores.

¿Cómo interpreta usted las sanciones de Estados Unidos a Roberto Rivas?

Las sanciones a Roberto son un claro mensaje a Ortega. El mensaje es: No hay impunidad internacional en temas que tienen que ver con derechos humanos, corrupción y democracia. Basado en eso, vos encontrás que se le han aplicado sanciones provenientes de una Ley, que justamente fue creada para castigar los exabruptos de regímenes corruptos y de concentración de poder. El nombre, Magnitsky, es en honor a un abogado que fue asesinado en el régimen de Putin. Y esta Ley que en un principio fue para sancionar temas que tenían que ver con Rusia, ahora es una Ley de carácter global. Ortega, lo más elocuente que ha hecho es no reaccionar a las sanciones de Roberto.

¿Usted ha visto bien el comportamiento de Ortega respecto a la sanción?

No. Lo que pasa es que Ortega está en un camino sin salida.

¿Por qué?

Si Ortega acepta retirar a Roberto, pierde espacio en su base. Una de las cosas que tiene el Frente Sandinista es un imperialismo a la usanza antigua. Vos encontrás en el Frente gente de pensamiento ultraconservador y de derecha, te encontrás a algunos, los menos, con pensamientos de izquierda, pero lo que tienen en común es un odio visceral contra los Estados Unidos. Entonces Ortega no tendría cómo explicarle a su base que el imperialismo le dobló el brazo retirando a Roberto. Y si no lo retira, se expone a una profundización de las sanciones, porque pueden venir más personas del gobierno en la lista, puede aumentar el tipo de sanciones. Y aún con el cabildeo que está haciendo la empresa privada en Estados Unidos, pudiera ser para Ortega inevitable el tener más sanciones si no retira a Roberto y empieza un proceso de reformas electorales. Él está en un callejón sin salida. Por eso es el silencio de Ortega, no porque se esté portando bien, es porque sabe que su siguiente paso va a tener consecuencias.

¿Y cuál cree que podría ser su siguiente paso?

Ortega siempre ha jugado a llevar las cosas al borde. Eso está pasando y avizora una crisis. Lo principal que puede sentir el sector privado es que Ortega no es suficiente para defenderlos; entonces, el refugio que encontraban en Ortega ya no es, aparentemente, el mejor. Y esto le podría crear una crisis con el sector privado, pero todavía no hay una. Ortega la está tratando de evitar. Además de esto, las sanciones per se podrían crear una crisis financiera porque de extenderse a más gente tendría que ver con todo el sistema financiero formal. Tendrían que revisarse cada una de las relaciones que ha tenido Francisco López y toda la gente alrededor de Albanisa, cuántas de esas cuentas provienen de actos que pueden ser calificados como corrupción. Todo esto te lleva a que las sanciones en sí mismas creen otra crisis. Ortega todavía tiene espacio para evitar esta crisis. Pero la lectura histórica que hacés de Ortega es que él no evita las crisis, se mete a ellas y trata de sacar el mayor provecho.

Desde la sanción, Roberto Rivas no ha aparecido y se habla de una posible renuncia. ¿Cuáles serían las consecuencias de una renuncia de Rivas?

Volvemos al punto inicial: Roberto no es dueño de sus propias decisiones. La renuncia de Roberto no está sobre el tapete. Si al final viene en forma de renuncia es una mera formalidad. Aquí quien decide es Daniel.

¿Cuáles serían entonces las consecuencias si Ortega decide cambiar a Rivas?

Si Ortega lo cambia, tendría que lidiar con su propia base. Explicar por qué no se está enfrentando al imperialismo como lo hacía antes. Y eso a Ortega le podría generar más problemas de los que uno cree. Porque le generaría problemas en un momento en que él empieza a generar su tesis de sucesión. Y al generar la tesis de sucesión es cuando la vulnerabilidad de los autócratas es más grande.

¿Por qué?

Porque en la tesis de sucesión se reordena el poder para más allá del autócrata y depende de a quién él herede, también surgen los inconformes. Y en un momento en que se está dando una tesis de sucesión un ataque externo que lo haga ver a él como débil provocaría que sus enemigos internos pudieran sacar provecho de esto. Entonces él va a lidiar con ambas cosas y su decisión depende de qué considere él que le hace menos daño: enfrentarse a los Estados Unidos o a sus adversarios internos creados por un proceso de sucesión que ya ha empezado.

La sanción a Rivas también ha sido considerada como injerencismo ¿cabe el término para defender una posición en contra de Estados Unidos?

Yo soy de los que creo que el tema de la autodeterminación de los pueblos y a la soberanía, son temas que cada vez quedan más anclados a un pasado en el que las fronteras eran inamovibles, en que la comunicación estaba circunscrita al país donde vivías, en que nueve de cada diez ciudadanos del mundo vivían en 20 kilómetros alrededor de donde nacieron. Y entonces, el tema de la autodeterminación de los pueblos lo único para lo que ha servido es para justificar los exabruptos de autócratas como Ortega, que se roban la representación del pueblo, y hablando en nombre de él lo llevan a puntos en que se pierden las libertades y la capacidad de prosperar. Este tema para mí no tiene que ver con injerencismo, tiene que ver con un nuevo modelo de relaciones internacionales en que hay cosas que ya son inadmisibles. No podés alegar como autodeterminación y soberanía el negar el derecho al voto, negar el derecho a un Estado con división de poderes, no podés negarlo. Es algo que tiene que estar ahí para que vos seás aceptado por la comunidad internacional. No es injerencismo. Es señalar que Ortega está jugando fuera de los parámetros modernos, Ortega quiere jugar en parámetros de la Guerra Fría cuando esta ya no existe.

Eliseo Núñez, miembro del Frente Amplio por la Democracia. LA PRENSA/ Óscar Navarrete

¿Cómo ve la figura de Lumberto Campbell como un posible sucesor de Roberto Rivas en el Consejo?

Mientras no cambie el sistema, el que pongan ahí va a hacer lo mismo que hace Roberto. Tal vez Roberto lo hace con un poco más de teatralidad. Roberto es capaz de decir que el acta que está leyendo contiene tales y cuales números y está leyendo un papel vacío. Ese es Roberto. Capaz de cualquier cosa por mantener el poder y el dinero. Pero Lumberto igual. Si a Lumberto, Daniel le da la orden de robarse las elecciones, igual se las roba. Aquí el cambio tiene que ser un cambio en el sistema. ¿Qué cosas tenés que cambiar? Los magistrados, obviamente. Cuando la gente los mira de pie ahí nadie quiere ir a votar, porque lo único que miran es una sarta de sinvergüenzas que están administrando un proceso corrupto. Son una manada de delincuentes. Y no solo se roban la elección, sino que se enorgullecen. Lumberto debería poder explicar por qué en esta elección incluso a los partidos sparring les robaron siete municipios. O sea, ¡no hay necesidad! Ya roban por cleptomanía, son cleptómanos electorales. Es patológico.


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¿Usted cree que para el Frente, colocar a Lumberto Campbell como presidente del Consejo Supremo Electoral puede significar un respiro? Tomando en cuenta que Campbell no tiene tantos trapos sucios como Roberto Rivas.

Bueno, un respiro económico sí, porque me imagino que Roberto representaba una carga horrible. Lo que se robaba y lo que gastaba.

¿Y de imagen? Su vida es poco conocida…

Lumberto es una persona muy bien formada, sumamente educado. Sin embargo, es sumamente obediente. Seamos claros, aquí quien se roba la elección es Daniel Ortega, no Roberto Rivas. Roberto Rivas es el que está encargado de robársela. Entonces, el día que Daniel le diga a Lumberto que se la robe, se la va a robar igual. No hay diferencias. Lo que hay que hacer es cambiar el sistema para que Daniel no tenga que darle la orden a nadie.

Este 2018 hay elecciones regionales, ¿qué espera de ellas?

Yo creo que la elección regional debería descontaminarse de la política nacional, pero obviamente en siete u ocho meses no va a pasar eso.

Ortega dijo a la OEA que para esas elecciones ya iban a haber cambios en el Consejo Supremo Electoral.

La van a ocupar como campo de ensayo la elección regional. Habrá que ver si se continúa con la exclusión, porque la elección pasada, además de ser un desastre, empezó mal. No se nos dejó participar a quienes ellos consideraban que éramos los más radicales. Ortega sigue escogiendo su oposición y eso es inaudito. ¿No le gustaron los diputados que tenía ahí? Los corrió. ¿No le gustó la gente que iba a correr por el PLI? Le quitó la personería. ¿No le gusta el partido de Matamoros? No le da personería, se las da a los otros. O sea, Ortega sigue escogiendo con quién se enfrenta, eso no puede ser posible. Y en las regionales debe cambiar eso. Creo que en todas las agrupaciones hay gente genuinamente adversa a Ortega, no solo ideológicamente, también en un tema de principios. Creo que antes de hablar de cualquier unidad o alianza, debemos formar un discurso común. Y el discurso común pudiera ser, en principio, las reformas al sistema político y electoral que se necesitan para poder competir.

¿Cree que poner a Lumberto Campbell de presidente del Consejo Supremo Electoral podría ser una estrategia de Ortega para estas elecciones? Al final, en la Costa él es el hombre con más poder político.

Lumberto lo van a tratar de vender junto con los partidos políticos que han ido a elecciones, junto con el acuerdo de la OEA, y todo empaquetado para tratar de salir del problema pagando los menores costos posibles. Mucho dependerá de cuánto nosotros podemos presionar internamente el resultado de eso. En un tema de imagen, el Consejo Supremo Electoral está muy mal, y eso incluye a Lumberto mismo. Pero yo estoy claro de que a pesar de que podés cambiar a todos esos magistrados, si no cambia el sistema, todo va a seguir igual. Pero yo siento que Ortega no está ni cerca de estar en crisis. La ve ahí todavía y vamos a ver si el miedo generado por los círculos de poder económico en el país que le hablan van a ser suficientes para que pueda buscar una salida alternativa. Pero si fuese por él mismo, Ortega hasta disfruta meterse a problemas.

Hablando de los partidos y las elecciones, ¿en qué posición se encuentra la oposición ahorita?

Estamos huérfanos de hambre de poder en la mayoría de los partidos. Estamos apostando al curul, a la posición. Lenin decía que la realidad objetiva se cambia desde el poder. No hay manera de cambiarla con un curul en la Asamblea, no hay manera de cambiarla de otra forma. Por eso nosotros, que nos miran como radicales a los del FAD, nos dicen que estamos locos, pero no. Nosotros lo que queremos es el poder, porque queremos cambiar las cosas en este país. Por un montón de cosas, no solo por el tema del Estado de Derecho, también por una sociedad tan inequitativa como la que tenemos, la que hemos construido. Y con Ortega, que es un gobierno dizque de izquierda, se sigue profundizando. Solo recuerdo a un filósofo francés, Alain de Benoist (tengo que confirmar que es él) que dice que la izquierda aliada con el dinero, acaba con más sueños de los pobres que cualquier gobierno de derecha. Y Ortega ha hecho eso.

¿Y cuál es la estrategia de la oposición?

La nuestra es presionar. Y para presionar hay que organizarse. Nosotros estamos organizándonos. Vamos el 10 de febrero a nuestra asamblea en Masaya, tenemos asambleas en Jinotega, Matagalpa, tuvimos una en Achoapa. Vamos a seguir teniendo asambleas municipales y departamentales en todo el territorio nacional, para seguir constituyendo una red humana que nos permita generar presión.

Eliseo Nuñez hace un analisis sobre la suerte de Roberto Rivas y la política nacional. Óscar Navarrete/ LA PRENSA.

PLANO PERSONAL

Eliseo Núñez tiene 44 años y es abogado graduado de la Universidad Centroamericana.

Actualmente se desempeña como abogado e imparte clases a universitarios.

Recuerda que cuando tenía 10 años lo mandaban a ayudarle a vender a su abuelita en el mercado, pero él solo llegaba a comer.

Asegura que ser político le ha cerrado muchas puertas económicas y profesionales, pero eso es lo menos que espera de Ortega, pues asegura: “Mis cálculos incluyen que me mate, porque es lo que ha hecho toda su vida”.

Está casado por segunda vez y tiene tres hijos.

En su tiempo libre le gusta cocinar. Dice que las pastas y la carne le quedan bien.

Su música predilecta es el rock en inglés. Algunas de sus bandas favoritas son Pink Floyd, U2 y Coldplay.

Le gusta ir al cine para ver películas de comedia, acción e históricas.

Entró a la política a los 14 años.

Su libro favorito es la trilogía The Century, de Ken Folett.

Alguna vez quiso ser aspirante a seminarista, pero un sacerdote le dijo que tenía sus ideologías políticas muy enraizadas y eso no funciona en la religión.


 

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