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Matagalpa, Nicaragua. 26/01/2018. Luis Eduardo Martinez, corresponsal del diario La Prensa en la ciudad de Matagalpa habla sobre su recien premio de UNICEF y se confiesa con el Ping Pong de la revista Domingo. Oscar Navarrete/ LA PRENSA.

Luis Eduardo Martínez: “No puedo rechazar las sopas de mi mamá”

Está vinculado con el periodismo desde los 11 años, cuando en una radio local trabajaba como anotador en los partidos de beisbol. Ahora, lleva más de 16 años como corresponsal en Matagalpa de LA PRENSA. Acaba de ganar el Premio Nacional de Comunicación por los derechos de la niñez otorgado por la Unicef.

¿Qué es lo primero que ve en una mujer?
Su intelecto.

¿Rolling Stones o Los Beatles?
Los Beatles.

¿Qué es lo peor que le puede suceder en el trabajo?
Pasan tantas cosas… Una vez salí a tomar fotos, agarré la cámara y me fui sin baterías.

¿Cuál sería la peor forma de morir?
En un naufragio.

¿Vodka o tequila?
Tequila.

¿Qué es lo más loco que ha hecho?
Como profesional, ir a medianoche al lugar donde ocurrió la masacre del 19 de julio. La Policía nos decía que mejor no pasáramos porque estaban disparándole a los vehículos, pero como periodistas nos arriesgamos.

Un momento vergonzoso.
Hice una entrevista con un funcionario y accidentalmente borré la entrevista. Y me tocó llegar a pedirle la entrevista otra vez.

¿Qué olor le recuerda a su infancia?
La leche con pinol. Con mi primo nos íbamos a un corral donde un tío tenía ganado. Llevábamos pinol en un vaso y al pie de la vaca ordeñábamos para que cayera ahí.

Lo primero que hace al levantarse.
Persignarme, asomarme en el cuarto de mi hija que esté bien y servirme café.

Un talento oculto.
Me gusta cocinar.

¿Su mejor platillo?
Los mariscos.

¿Qué se llevaría a una isla desierta?
Algo con lo que pueda escribir siempre.

Una comida que no pueda rechazar.
Las sopas de mi mamá.

¿Practica algún deporte?
Ya no. Me retiré hace varios años. Jugué beisbol en pequeñas ligas, baloncesto en la secundaria y softbol ya adulto.


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